Juana Rivas ha declarado ante el Juzgado de lo Penal l de Granada que se fue en mayo de 2016 con sus dos hijos de la isla de Carloforte, Italia, y no volvió porque "no quería vivir más bajo las torturas" de su expareja. También ha indicado que, ya en España, no le entregó a los niños pese a conocer las resoluciones judiciales que le obligaban a ello, porque estaban "escapando del maltrato" y quería proteger su "integridad física y psicológica".