Los narcotraficantes utilizaban aplicaciones de control parental para rastrear patrulleras
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MazagónEn Mazagón (Huelva) la Guardia Civil logró interceptar y detener a una narcolancha con cuatro personas a bordo que transportaban más de 3.000 litros de gasolina. Esta embarcación, equipada con cuatro potentes motores, estaba destinada a abastecer a otras planeadoras que traficaban con hachís en alta mar.
Aunque la velocidad de la narcolancha le permitía escapar con facilidad, la intervención de las fuerzas de seguridad resultó en su captura.
El uso de tecnología para controlar a las patrulleras
Una de las tácticas más sorprendentes empleadas por los narcotraficantes es el uso de aplicaciones de control parental. Estas plataformas, diseñadas para que los padres puedan rastrear la ubicación de sus hijos, fueron adaptadas por los delincuentes para monitorizar las patrulleras de la Guardia Civil.
Así, con una geolocalización constante, los narcotraficantes podían conocer los movimientos de las embarcaciones de la Guardia Civil, permitiéndoles planificar con mayor precisión sus rutas y operaciones.
Las aplicaciones de control parental han sido adaptadas por los delincuentes para monitorizar las patrulleras de la Guardia Civil
Los narcotraficantes lograron infiltrarse en el sistema de la Guardia Civil sobornando a un mecánico de las patrulleras. Este mecánico les proporcionaba información detallada sobre la ubicación de las patrulleras más rápidas, como las Río Iro y Río Irati, que patrullan el Estrecho a gran velocidad, alcanzando hasta 60 nudos, es decir, más de 100 kilómetros por hora.
Un mecánico infiltrado
El caso se complicó aún más cuando la investigación reveló que el mecánico infiltrado, conocido entre los narcotraficantes como “Kobe Bryant”, había sido el encargado de la transmisión de información.
Gracias a él, los narcotraficantes podían acceder a la localización exacta de las patrulleras en todo momento a través del teléfono del mecánico, incluso sin que él tuviera que hacer una llamada directa. Esta práctica les permitió coordinar sus movimientos y evitar ser detectados.
Los narcotraficantes podían acceder a la localización exacta de las patrulleras en todo momento a través del teléfono del mecánico
La conexión de este agente con los narcotraficantes fue descubierta durante una operación llevada a cabo por el GRECO (Grupo de Respuesta Especial de Crimen Organizado). Tras la detención de uno de los capos de la organización, los investigadores encontraron en su teléfono el contacto de “Kobe Bryant”. A partir de ahí, comenzaron a rastrear su identidad, lo que condujo a la detención del mecánico, quien fue arrestado en noviembre y se encuentra actualmente en prisión preventiva.
La Guardia Civil sigue investigando a fondo este y otros casos relacionados con el tráfico de drogas en la zona, manteniendo una intensa vigilancia sobre el estrecho de Gibraltar, una de las rutas más transitadas para el tráfico internacional de estupefacientes.


