¿Por qué los percebes son tan caros? Estas imágenes son la respuesta
Con un ojo en el mar y otro en las rocas, los percebeiros de Corme desafían al mar en estas fechas previas a Navidad.
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El fuerte oleaje en Galicia complica uno de los trabajos más peligrosos: el de los percebeiros. Hoy hemos podido comprobarlo. Hemos acompañado a un grupo de Corme, en A Coruña en un día de muy mala mar.
Con un ojo en el mar y otro en las rocas, los percebeiros de Corme desafían al mar en estas fechas previas a Navidad. Roberto Vidal, patrón mayor de la Cofradía de Corme, reconoce los sentimientos en estos momentos de riesgo: “La sensación es de respeto, cuando ves estos mares tienes que marchar corriendo y agarrarte y poco más”.
"No deja coger casi nada, en todos los lados están igual"
Solo trabajan aquí dos veces al año para preservar el recurso. Estos días lo hacen en condiciones extremas. Kevin Facal, percebeiro, destaca que el mar "no deja coger casi nada, en todos los lados están igual.” José Francisco Carabel también percebeiro, reconoce que "hace muy mal tiempo, la marea es muy pequeña".
Roberto Vidal cuenta que “ayer trabajamos 3 o 4 nada más… y hoy bajamos unos poquitos más, pero pocos más y no tenemos los topes que tenemos de captura”.
Pero pocos discuten que en estas rocas de O Roncudo crece el que es, para muchos, el mejor percebe del mundo. "Es de muy buena calidad aunque no es muy grande tiene un gran saber y es muy preciado". Aunque en días de alerta naranja como hoy los percebeiros se juegan el tipo.
Y estos riesgos se pagan. Roberto Vidal, patrón mayor Cofradía de Corme, reconoce que “el primer día, el percebe pequeño se vendió a 180. Hoy y la venta del lunes, de cara a Navidad, supera los 300 euros seguro. Un precio justificado por los riesgos que corren los percebeiros.
