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La ciudad más bonita del mundo en Navidad está a 2 horas de España: qué ver y dónde comer

Colmar en Navidad
Colmar en Navidad. Getty Images
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La ciudad que muchos han bautizado como “la más bonita del mundo en Navidad” no está en Laponia, sino en el este de Francia, y se llama Colmar. Está cerca de la frontera con Alemania, y la coletilla de estar “a 2 horas de España” hace referencia a los vuelos directos desde Madrid y Barcelona al cercano aeropuerto de Basilea-Mulhouse. Desde allí, un breve trayecto en tren te deja en esta pequeña ciudad alsaciana de unos 70.000 habitantes, famosa por sus canales, fachadas entramadas y un despliegue navideño que se ha convertido en objeto de peregrinación invernal.

Un decorado navideño con seis mercados y un “pueblo” de cuento

Colmar no tiene un solo mercadillo, sino que cuenta con nada menos que seis mercados navideños repartidos por el casco histórico, todos con temática distinta. Estos mercados se instalan en la Place des Dominicains, la Place de l’Ancienne Douane, la plaza de la Catedral, la Petite Venise, la plaza Jeanne d’Arc y el edificio histórico del Koïfhus, y cada uno con su propio enfoque (artesanía, gastronomía, productos locales, decoración o propuestas para niños).

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La temporada navideña de Colmar, este 2025, se sitúa entre el 25 de noviembre y el 29 de diciembre, fechas en las que los seis mercados abren a diario y el centro peatonal se llena de casetas de madera, luces y actividades especiales. El barrio de la Petite Venise, con sus casas de colores reflejadas en los canales, es uno de los rincones más fotografiados y se describe a menudo como “estar dentro de un cuento”.

No es solo una percepción subjetiva: una reciente votación de Lonely Planet coronó el mercadillo navideño de Colmar como el mejor de Europa, por delante de destinos tan consolidados como Edimburgo, Viena o Núremberg, tras un torneo entre 32 mercados de siete países.

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Qué no perderse: de la Petite Venise a la gran noria

Los expertos resaltan la Place des Dominicains, con unos 60 puestos bajo la iglesia del mismo nombre, centrados en artesanía y decoración; la Place de l’Ancienne Douane, con decenas de casetas alrededor de la fuente Schwendi; y el mercado infantil de Petite Venise, pensado para familias.

A todo esto se suman elementos más recientes, como la gran noria navideña, que se alza hasta unos 50 metros y ofrece vistas del casco histórico iluminado, según recoge la guía OM Viajes y Relatos. Otros recursos, como Deruta en familia o Comete el mundo, subrayan la atmósfera casi teatral del casco antiguo y la facilidad para recorrerlo a pie gracias a que el corazón de la ciudad se hace prácticamente peatonal durante las fiestas.

La Petit venise de Colmar

Dónde comer: winstubs, tarte flambée y cocina alsaciana

La experiencia navideña en Colmar es también gastronómica. Si se quiere disfrutar de la cocina local, hay platos icónicos como el baeckeoffe (guiso de carnes al vino cocinado lentamente en horno), el choucroute, la tarte flambée alsaciana o el queso Munster, omnipresentes en tabernas y puestos.

Para sentarse a comer, los expertos recomiendan restaurantes como L’Arpege, con cocina local en pleno centro, o La Soi, especializada precisamente en tarte flambée, donde la mayoría de versiones rondan los 10–11 euros por ración. La web ColmarTours, centrada en visitas guiadas, cita winstubs tradicionales como Au Koifhus o Le Stam, ideales para probar baeckeoffe, bouchée à la reine, jarret de porc o una sartén de spaetzle caseros.También señalas señala Wistub Brenner, en Petite Venise, como un local muy valorado por su cocina alsaciana con producto local, incluso recomendado por guías como Michelin y Gault&Millau.

En los propios mercados, se encuentra una oferta de más de 180 casetas con vino caliente (vin chaud), pan de especias (pain d’épices), galletas bredele, brioche mannele, embutidos, foie gras y vinos de Alsacia; todo ello repartido por las seis plazas temáticas.

En resumen: fachadas entramadas, canales, seis mercados, cocina contundente y un viaje corto desde España han colocado a Colmar en el radar invernal de muchos viajeros. Que sea “la ciudad más bonita del mundo en Navidad” será discutible, pero los datos y las votaciones recientes explican por qué, cada diciembre, parece sacada de una postal.