Hay ciertas maniobras clave que marcan la diferencia entre el “apto” y el “no apto”
¿Está permitido denunciar infracciones de tráfico por las redes sociales? La respuesta está en el GIAT de la DGT
Conducir puede parecer algo de lo más cotidiano, pero al hacerlo parece que olvidemos cómo nos sentimos a la hora de enfrentarnos a la prueba de fuego del examen práctico de la DGT. Y es que, no basta con circular sin errores, sino que se debe ser conscientes de que hay ciertas maniobras clave que marcan la diferencia entre el “apto” y el “no apto”. Y aunque no existe una lista cerrada, autoescuelas, instructores y documentos oficiales coinciden en señalar cuáles son las más frecuentes, las más temidas... y las más suspendidas.
Saber de antemano qué espera el examinador, cómo se valora cada movimiento y qué errores eliminan puntos puede ser determinante. Porque en esta prueba no se trata solo de conducir: se trata de demostrar control, anticipación y precisión en momentos muy concretos, como un cambio de sentido o una marcha atrás en curva.
Las maniobras “clave” que debes dominar
Según el sitio oficial de la DGT, para el permiso B (coches) una de las maniobras recogidas en su apartado “Maniobras B” es la denominada “maniobra G. Marcha atrás en recta y curva”. En su descripción se indica que el aspirante detendrá el vehículo a 10 metros del inicio de la curva como mínimo para, después, retroceder marcha atrás el tramo recto, recorrer la curva y seguir otros 10 metros al menos. Esta maniobra es habitual y considerada de dificultad media‑alta, lo que la convierte en una de las más frecuentes en suspensos.
Otra maniobra que aparece de forma sistemática es la de “Maniobra H. Cambio de sentido de la marcha”. La propia DGT describe que el aspirante entrará por la derecha en el sentido de la marcha en una calle simulada sin salida, una vez en el interior del espacio delimitado, girará a la izquierda y realizará un movimiento en marcha atrás y otro hacia adelante para salir por la derecha y en sentido contrario al de entrada. Esta maniobra requiere buena planificación, control de retrovisores y dominio del espacio.
También el estacionamiento figura entre las maniobras habituales. Por ejemplo la DGT cita la “Maniobra I.1. Estacionamiento en línea y salida” en la que el aspirante detendrá el vehículo situándolo paralelamente al bordillo. A continuación, iniciará la maniobra circulando marcha atrás, para situar el vehículo dentro del espacio destinado al estacionamiento. El número máximo de movimientos para estacionar será tres.” Dominar este tipo de estacionamiento es esencial porque acumula numerosos errores leves que acaban sumando y pueden comprometer el aprobado

¿Por qué estas maniobras concentran los fallos?
Primero, porque en su ejecución se combinan varias competencias: control de vehículo, percepción del espacio, maniobrabilidad en marcha atrás y uso de retrovisores. Esa combinación multiplica el margen de error. Segundo, porque la presión del examen, unida al propio entorno de pista con bordillos, jalones o conos, añade estrés al aspirante.
La normativa de calificación de la DGT aclara que el examen práctico se suspende si se comete “una falta eliminatoria”, “dos faltas deficientes” o “una deficiente y cinco leves”. Esa regla hace que incluso pequeños errores en maniobras secuenciadas (como la marcha atrás o el cambio de sentido) puedan desencadenar un suspenso si se acumulan.
Consejos prácticos para afrontarlas
- Estudio previo del espacio de maniobra: Ensayar la marcha atrás en espacios delimitados, respetando marcas de bordillo y jalones, es fundamental. La DGT especifica que “no se deberá, con ninguna de las ruedas, subir al bordillo ni forzarlo” en la maniobra G.
- Planificar antes de actuar: En el cambio de sentido, hay que anticipar el espacio, señalizar correctamente y ejecutar sin prisas.
- Mantener la calma y el control: Al estacionar, se deben evitar movimientos bruscos; en la maniobra I.1 la DGT indica que “no se deberá … pisar o rebasar, en su caso, las marcas que delimiten la anchura de la calzada”.
- Practicar bajo condiciones similares a las de examen: autoescuelas y medios de formación enfatizan la familiarización con la pista, los elementos de delimitación y la sensación de tiempos limitados.
Es importante recordar que el examen práctico de la DGT es una prueba de circulación en vías abiertas. Entre los criterios evaluados se encuentran “incorporación a la circulación”, “desplazamiento lateral”, “adelantamiento” y “paradas y estacionamientos”. Por tanto, dominar solo las maniobras más arriba citadas no garantiza el aprobado completo. Además, uno de los retos suele ser la falta de conciencia sobre cuántos movimientos o qué errores son críticos: muchos aspirantes no saben que “una falta eliminatoria basta para suspender” o que alcanzar “10 faltas leves” también conduce al resultado “No apto”. Este desconocimiento puede aumentar la tensión en el momento clave.


