Sociedad

"El club de los secretos": el libro de la Policía y UNICEF para concienciar a los más pequeños sobre el acoso

Portada del libro "El club de los Secretos", elaborado por la Policía NAcional junto con Unicef. Redacción digital Noticias Cuatro
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La Policía Nacional, junto con UNICEF, ha creado un libro dirigido a niños, de entre 6 y 8 años, que trata sobre el acoso. Este proyecto nace con el objetivo de ayudar a los más pequeños a identificar el bullying. Se titula "El Club de los Secretos" y su contenido invita a diferenciar qué secretos se pueden ocultar y cuales no.

Ana Martín ha sido testigo de cómo lo han enseñado en un colegio de Granada, donde Nieves García, una policía de seguridad ciudadana, ha compartido la historia con los alumnos del aula.

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La narración enseña que hay secretos que nos hacen sentir bien, y que se pueden guardar, pero también que hay otros que pesan, duelen y no deberían permanecer ocultos. El protagonista es un niño que guarda uno de esos segundos, que "huele a rabia, a miedo, a pena o a tristeza", y que en el relato se representa con un dragón echando fuego en su corazón.

Muchos niños han aprendido que guardar este tipo de secretos puede causarles malestar emocional y físico. Una de las alumnas explica que la solución es "soltar ese secreto", dejar de mantenerlo en silencio.

Otro niño añade que, cuando se trata de un secreto que nos hace daño, lo mejor es contarlo porque sino "te duele la barriga y te sientes mal". Estos pequeños han entendido que no están solos y que siempre pueden contar con sus personas de confianza, "la seño, mis padres, mi hermano o la policía".

Esta iniciativa pretende transmitir confianza de los niños a los adultos y facilitar que verbalicen las situaciones dramáticas que puedan vivir.

A veces, hay situaciones de acoso o abuso que pasan desapercibidas porque los niños no saben cómo identificarlas o no se atreven a hablar de ellas.

La agente de policía ha destacado la importancia de ganarse esa confianza y establecer canales seguros para que los menores puedan hablar. Según explica, "los secretos buenos se pueden guardar por un tiempo porque nos hacen felices, pero cuando un secreto nos hace daño, siempre hay que contarlo a alguien en quien confiemos".

Proyectos como este trasladan a las aulas una lección vital: que el silencio no debe ser una carga, y que hablar es el primer paso para que cada historia pueda terminar con un final feliz.