Salud

La señal en las uñas que puede avisar de una enfermedad antes de que se manifieste: cuál es y cuándo ir al médico

Distinguir entre un síntoma benigno y una alerta médica es esencial
Distinguir entre un síntoma benigno y una alerta médica es esencial. Freepik
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Las uñas no solo reflejan la estética de nuestras manos, también pueden advertir sobre afecciones graves en el organismo, incluso antes de que se manifiesten síntomas visibles. Dermatólogos e internistas advierten que algunos cambios sutiles en ellas como rayas oscuras, engrosamientos o separación de la uña, pueden ser señales tempranas de cáncer, sobre todo de melanoma subungueal u otros tipo poco comunes pero agresivos. En este artículo compartiremos cuáles son las señales más relevantes, cómo deben ser interpretadas y cuándo es imprescindible buscar atención médica para detectar a tiempo cualquier enfermedad grave que pueda darse.

Rayas oscuras en la lámina ungueal

Una de las señales más preocupantes es la aparición de una línea pigmentada vertical que puede ser marrón o negra y se suele localizar en el pulgar o dedo gordo del pie, aunque puede aparecer en cualquier uña. A menudo puede ser confundida con un hematoma, pero si no hay antecedentes de golpes o el color persiste o cambia podría ser algo más grave.

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Los dermatólogos recomiendan atención inmediata si la línea es irregular, varía en grosor o color, o si aparece de forma súbita. Una regla sencilla es observar si la línea crece con la uña; si no lo hace o se agrava, debe evaluarse cuanto antes por un especialista.

Uñas que se despegan del lecho

Otra señal de alarma es cuando la uña se despega del lecho ungueal, es decir, que deja un espacio blanco en su extremo superior. Aunque puede ser a causa de hongos o un trauma, este cambio también ha sido vinculado a enfermedades internas, entre ellas algunos tipos de cáncer. La separación sostenida de la uña puede ser un signo de alerta y debería ser revisado por un médico.

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Si se nota que la uña se levanta sin motivo evidente y no mejora tras descartar hongos o un golpe, se debe consultar con un dermatólogo o un médico de familia para poder detectar si hay alguna infección sistémica u otro trastorno detrás.

Uña partida o agrietada

Cuando una uña se quiebra o se divide en vertical, perdiendo su estructura firme, puede ser más que un simple accidente. Un debilitamiento progresivo de la placa ungueal se ha asociado a varios tipos de melanoma, entre otras enfermedades graves. Este es un síntoma que no debe pasarse por alto.

Se debe revisar si hay manchas, cambios de color o textura junto a la uña quebradiza. Si se presenta junto a sangrado o cambios repentinos, se debe consultar con un especialista.

Bultos debajo de la uña

A veces, un pequeño bulto o protuberancia puede formarse bajo la uña sin presentar dolor. Este es un síntoma discreto que puede indicar un tumor o lesiones como el tumor de células de Merkel. La única forma de descartarlo con seguridad es con una evaluación médica.

El consejo profesional es acudir al dermatólogo si aparece un bulto duro, una protuberancia oscura o una zona elevada bajo la uña, incluso si no hay dolor ni infección evidente.

Engrosamiento inexplicable

Un engrosamiento persistente y sin causa, sobre todo en varias uñas, puede relacionarse con el síndrome de predisposición tumoral BAP1, un trastorno genético que eleva el riesgo de diversos cánceres. Este síndrome puede manifestarse primero como un cambio uniforme en la textura y grosor de las uñas.

Se nota este patrón de manera progresiva y sin que se pueda recurrir a una explicación clara como un golpe o un hongo, se debería consultar con un dermatólogo. Detectar este síndrome a tiempo puede facilitar mucho la vigilancia médica.

¿Cómo se puede diferenciar de causas benignas?

Muchas alteraciones en las uñas no están relacionadas con el cáncer, sino con causas mucho más frecuentes y menos graves, como traumatismos, infecciones por hongos, psoriasis ungueal o déficit nutricionales. Por ejemplo, una mancha negra en la uña puede ser causada por un golpe y desaparece con el tiempo. De la misma manera, el engrosamiento o deformación de la uña puede ser debida a la infección por un hongo o a una presión continuada del calzado.

La clave para diferenciar estas causas benignas de una posible señal de alerta está en la persistencia del síntoma, la falta de antecedentes claros y el hecho de que el cambio afecte a una sola uña. Los signos que pueden ser preocupantes son aquellos que aparecen sin razón aparente, no mejoran con el tiempo o presentan un patrón irregular.

Otra diferencia importante está en los síntomas que lo acompañan. Las causas benignas suelen provocar molestias como picor, dolor, inflamación o mal olor, en el caso de los hongos. Mientras que los indicios de cáncer suelen ser indoloros en sus fases iniciales.

Si bien la mayoría de las alteraciones ungueales tienen causas benignas, es esencial mantenerse alerta ante signos inusuales, sobre todo cuando afectan sólo a una uña, no desaparecen en el tiempo o presentan características atípicas.