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Lo confirman los científicos: los tipos de cáncer que se pueden prevenir con la dieta mediterránea

dieta mediterránea
La dieta mediterránea tiene numerosos beneficiosFreepik
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La dieta mediterránea, reconocida mundialmente por sus beneficios cardiovasculares, ha sido objeto de numerosos estudios que también destacan su papel en la prevención de ciertos tipos de cáncer. Algunas investigaciones recientes han proporcionado una evidencia sólida sobre cómo este patrón alimentario puede reducir el riesgo de desarrollar diversas neoplasias.

Esta dieta se basa en el consumo abundante de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos y aceite de oliva como principal fuente de grasa. También incluye un consumo moderado de pescado y aves, una ingesta baja de productos lácteos y carnes rojas. Excepcionalmente, también una ingesta moderada de vino, generalmente durante las comidas. Este es un patrón alimentario característico de países como España, Italia y Grecia, el cual se ha asociado con una menor incidencia de enfermedades crónicas.

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Un estudio publicado en JAMA Network Open en febrero de 2025, basado en datos del estudio EPIC (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition), analizó a más de 450.000 participantes de 10 países europeos durante un seguimiento medio de casi 15 años. Los resultados que mostró este estudio fue que una alta adherencia a la dieta mediterránea se asociaba con un 6% menos de riesgo de desarrollar cánceres relacionados con la obesidad, como el colorrectal, hepático y renal.

Además, una revisión sistemática que se publicó en 2023 en ScienceDirect concluyó que la dieta mediterránea está inversamente asociada con el riesgo de la mayoría de los tipos de cáncer, o al menos no aumenta dicho riesgo.

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Tipos de cáncer con menor riesgo asociado

Numerosos estudios han evidenciado que seguir una dieta mediterránea se asocia con una reducción significativa en el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.

Cáncer colorrectal

Este tipo de cáncer es uno de los más comunes a nivel mundial. Algunas investigaciones recientes han demostrado que una alta adherencia a la dieta mediterránea puede reducir hasta un 45% el riesgo de desarrollar este tipo de cáncer. Este efecto protector que tiene esta dieta se le atribuye a su alto contenido en fibra, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios presentes en frutas, verduras, legumbres y aceite de oliva.

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Cáncer de mama

El estudio PREDIMED, uno de los ensayos clínicos más importantes sobre nutrición en España, encontró que las mujeres que seguían una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra presentaban una menor incidencia de cáncer de mama. Este efecto se relaciona con la presencia de polifenoles y otros compuestos bioactivos con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias presentes en muchos alimentos que componen la dieta mediterránea.

Cáncer de próstata

Aunque se requieren más estudios para poder establecer una relación directa, algunas investigaciones sí que han sugerido que la dieta mediterránea puede tener un efecto protector contra el cáncer de próstata. La inclusión de alimentos ricos en antioxidantes, como puede ser el tomate, y el consumo moderado de pescado y aceite de oliva, podrían tener mucho que ver con este efecto.

Cáncer gástrico

El consumo regular de tomates, ricos en licopeno, vitamina C y fibra, tan común en la dieta mediterránea, ha sido asociado con una menor incidencia de cáncer gástrico. Estos compuestos que se encuentran en este fruta ayudan a proteger las células del estrés oxidativo y a mantener la salud del sistema digestivo.

Mecanismos protectores de la dieta mediterránea

La dieta mediterránea aporta múltiples mecanismos que contribuyen a la prevención del cáncer, gracias a la sinergia de sus componentes:

Acción antioxidante

El aceite de oliva virgen extra es una fuente de hidroxitirosol, un polifenol que tiene una capacidad antioxidante notablemente alta. Este compuesto ayuda a neutralizar los radicales libres, reduciendo el daño celular y el riesgo de mutaciones que pueden conducir al cáncer.

Propiedades antiinflamatorias

Los ácidos grasos monoinsaturados presentes en el aceite de oliva, junto con los omega-3 del pescado, poseen propiedades antiinflamatorias que pueden inhibir los procesos inflamatorios crónicos, conocidos por estar implicados en el desarrollo de distintos tipos de cáncer.

Inhibición de la angiogénesis

Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga han demostrado que el aceite de oliva virgen extra puede inhibir la angiogénesis, es decir, el proceso por el cual se pueden formar nuevos vasos sanguíneos que alimentan a los tumores, limitando así su crecimiento y propagación.

Regulación hormonal

La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras y legumbres, proporciona fitoestrógenos que pueden ayudar a regular los niveles hormonales, ofreciendo una protección adicional contra cánceres hormonodependientes como pueden ser el de mama o el de próstata.

Mejora de la microbiota intestinal

La alta ingesta de fibra favorece una microbiota intestinal saludable. Esto no solo mejora la digestión sino que también fortalece el sistema inmunológico y reduce la inflamación sistémica, los cuales son factores clave en la prevención del cáncer.