DANA

El emotivo regalo a una superviviente de la DANA con alzhéimer para que recuerde la labor de los voluntarios

Tomás fue a una boda hasta arriba de barro. IMAGEN: Alfredo Giménez
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ValenciaLa labor de los voluntarios en la DANA del pasado octubre fue importantísima y los vecinos de los municipios afectados lo saben. En Paiporta, una superviviente de la riada con principio de alzhéimer ha recibido un regalo muy emotivo de su familia. Un elaborado cartel que recuerda el apoyo y cariño de estos héroes anónimos, informa en el vídeo Manu Reyes.

La calle en la que viven Pilar y su madre es una de tantas que quedaron completamente destrozadas. Si hoy no siguen así, es en gran parte gracias a la labor de esos voluntarios. En casa de Pilar les han querido hacer un homenaje que es a la vez un recuerdo para que nunca se olvide lo que hicieron en Valencia.

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Se siguen emocionando al recordar tanta ayuda desinteresada

"No hay palabras para agradecer todo lo que han hecho. Venían de todas partes y desinteresadamente te preguntaban qué necesitabas", se emociona una de las autoras del regalo. Quien lo recibe es su propia madre, que empieza a padecer alzhéimer. "Me gusta mucho, muy bonito, es para acordarte toda la vida", asegura.

"Te acuerdas de todo, pero lo ves y también recuerdas que tienes que agradecer mientras vivas", afirma la madre de Pilar. A ambas se les saltan las lágrimas al saludar a Tomás, un joven que desde el primer día ayudó sin descanso dejando imágenes de esperanza en medio del desastre.

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Tomás, el héroe anónimo al que dedican el homenaje

Pilar grababa con su móvil desde el balcón. En la calle -hasta arriba de barro, agua y escombros- un joven limpia incansable con su tractor. "Este chico es mi héroe, sin parar en la calle", se escucha en los vídeos.

Se trata de Tomás, uno de tantos salvadores desinteresados. "Lo único que me motivaba era pensar que, si mis abuelos aún siguiesen con vida, les hubiese gustado muchísimo", asevera. Dice que cualquier persona hubiese hecho lo que él hizo en su momento: "Ayudar, ayudar y ayudar".

Los vecinos le ayudaron para ir a una boda hasta arriba de barro

Tomás se emociona recordando cómo vivieron lo mejor y lo peor. Su compromiso con las víctimas fue tal que incluso asistió a una boda con el mono y las botas llenas de lodo. "Estando en un garaje ayudando de voluntario, me vieron con el mono de trabajo y los vecinos dijeron 'así no puedes ir a la boda'", relata.

Le pintaron la corbata, le colgaron flores, y le prepararon un traje improvisado. "Es un recuerdo para siempre", afirma. Él nunca dejó de ir a Paiporta. Aún a día de hoy siguen muchos ayudando en la zona cero. Porque aunque cueste creerlo, 330 días después, sigue haciendo falta.