La casa reabría heridas de la catástrofe a los vecinos y suponía un riesgo por su insalubridad
Vuelta al cole caótica en Paiporta con la mitad de los accesos a la localidad aún cerrados 10 meses después de la DANA
ValenciaHace unos meses salía a la luz la historia de una casa de Paiporta cuyos restos, pues fue arrasada por la DANA, seguían en pie. Una vivienda que era símbolo popular del drama y la muerte, además de haberse convertido en un problema de salubridad para los vecinos. Casi 11 meses después de la riada, la casa ha sido derribada y la localidad ya puede pasar página, informa en el vídeo Manu Reyes.
Era una de las casas más representativas del horror. Situada en el centro, les recordaba a los vecinos todos los días lo que pasó aquel octubre. También fue uno de los puntos claves de la colaboración ciudadana. Ha visto pasar el tiempo mientras ella se detenía en él. 325 días después, los vecinos respiran aliviados.
Eli, vecina: "Se escuchaban los gritos desesperados buscando ayuda"
"Es un descanso, la verdad, porque así puedes pasar al siguiente nivel", afirma Almudena Feliciano, la vecina de al lado. El recuerdo de muerte y dolor que evoca esta casa todavía duele y mucho a personas del barrio como Eli de Souza, quien vivió en primera persona cómo el inmueble se inundaba.
"Tenía mucha amistad con Concha, se quedaba siempre sentadita con la puerta abierta", recuerda con la mente puesta en la propietaria de la casa. Eli se emociona cada día de su vida cuando pasa por delante y tiene que revivir la pesadilla: "Se escuchaban los gritos, unos gritos desesperados buscando ayuda".
La incomodidad al tener que rodearla y los peligros que implicaba han dificultado la vida de los vecinos. "Cuando voy para la iglesia y veo la calle, se me abre el alma", se sincera la paiportina Juani Valera. Riesgos de derrumbe y plagas de bichos que iban más allá de lo mental.
Era símbolo de la solidaridad de los voluntarios
El día después de la DANA, frente a esta casa, en el corazón del pueblo, se producían unas imágenes que pasarían a la historia. El lodo por todas partes, la primera excavadora y todos los voluntarios trabajando a una con lo que podían. Allí estaba José Feliciano, vecino: "El tractor atado al remolque lo llevaba mi padre y, cuando no podía, yo", rememora. "Dentro de lo que era el desastre era algo bello de ver", añade.
Almudena Feliciano muestra a Noticias Cuatro un letrero y una línea horizontal en la pared, a un par de metros de altura, en una de las casas aledañas. De lejos parece que recuerda hasta dónde llegó el agua, pero realmente pone 'hasta aquí llegó la solidaridad del pueblo español'. "Eso es de las primeras semanas después de la DANA y lo puse en memoria de la gente que vino a ayudar sin buscar nada a cambio", se emociona la joven.
"Ahora tenemos aquí otra parte, el final, el reinicio. A cambiar un poco y a dar un paso hacia adelante", dice Almudena. 10 meses y 20 días después, este símbolo del desastre y el dolor es derribado. Los vecinos, por fin, pueden pensar en volver a empezar.

