¿Comer productos ecológicos es más saludable? Guía para identificar los beneficios reales de las dietas 'eco’
Los alimentos ecológicos no siempre son más nutritivos que los convencionales, pero sí que suelen contener menos residuos de pesticidas y favorecen al medio ambiente
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Las estanterías de los supermercados y tiendas especializadas se han llenado de productos con etiquetas verdes, sellos de certificación y palabras como eco, bio u orgánico. En España, no deja de crecer el consumo de este tipo de alimentos, de hecho, según el Ministerio de Agricultura, en la última década se ha duplicado la superficie dedicada a este tipo de cultivos y el gasto medio por hogar ha alcanzado cifras nunca vistas. Este aumento responde a un cambio en las prioridades de muchos consumidores, los cuales buscan no solo alimentarse, sino también cuidar su salud, proteger el medio ambiente, y también ayudar a los pequeños productores.
Pero, hay una pregunta que continúa en el aire: ¿realmente son más saludables estos productos que aquellos que no llevan la etiqueta?
¿Qué significa “ecológico”?
En la Unión Europea, los términos ecológico, biológico y orgánico están protegidos por ley y regulados principalmente por el Reglamento (UE) 2018/848. Este marco establece que un alimento solo puede llevar estas denominaciones cuando cumple con estrictos criterios de producción. Entre ellos se incluyen la prohibición del uso de pesticidas y fertilizantes químicos de síntesis, la exclusión de organismos genéticamente modificados y la obligación de utilizar métodos de cultivo y cría que respeten el equilibrio natural del ecosistema.
En la práctica, eso quiere decir que las explotaciones ecológicas deben aplicar técnicas concretas como la rotación de cultivos, el uso de abonos orgánicos, el control biológico de plagas y un trato más respetuoso con los animales, los cuales deben ser criados con acceso al exterior y tener una alimentación también orgánica.
Estos productos pasan auditorías y controles periódicos para conseguir mantener la certificación, identificable en la etiqueta mediante el logotipo verde con una hoja formada por estrellas, el símbolo oficial de la producción ecológica europea.
Calidad nutricional: ¿más ecológico es más nutritivo?
Uno de los argumentos más extendidos a favor de los alimentos ecológicos es que son más nutritivos que los convencionales. No obstante, la evidencia científica no está del todo de acuerdo. Revisiones sistemáticas, como la que publicó The American Journal of Clinical Nutrition, concluyen que las diferencias entre ambos productos en su contenido de vitaminas, minerales o proteínas son, en la mayoría de casos, mínimas o poco consistentes.
Algunos estudios sí que han encontrado niveles ligeramente más altos de ciertos componentes beneficiosos como los polifenoles, vitamina C o carotenoides en frutas y verduras ecológicas. Esto puede estar relacionado con no utilizar pesticidas sintéticos. Al no utilizar este tipo de compuestos, las plantas desarrollan más defensas naturales que se traducen en estos compuestos antioxidantes. No obstante, la magnitud de estas diferencias es mínima y no existen pruebas concluyentes que se traduzcan en más beneficios para la salud.
Cómo identificar los beneficios reales de las dietas “eco”
Ahora mismo nos encontramos con un mercado saturado de etiquetas verdes y mensajes que aluden a la salud y a la sostenibilidad, por lo que no siempre es sencillo separar el marketing de la realidad. Una dieta “eco” puede aportar beneficios, pero no todos son automáticos ni iguales para todos.
Comprender que “ecológico” no es siempre “más nutritivo”
Aunque algunos estudios quieren decir lo contrario mostrando pequeñas diferencias en antioxidantes o vitamina C, la realidad es que la ciencia no ha demostrado que los productos ecológicos sean significativamente más saludables que los “no eco”. El beneficio nutricional dependerá más del tipo de alimento y de la variedad más que del sello eco.
Valorar la reducción de pesticidas sintéticos
Una de las ventajas más claras es que los productos ecológicos suelen contener menos residuos de pesticidas químicos. Pero, no quiere decir que exista una ausencia total de pesticidas, ya que la normativa sí que permite el uso de ciertos compuestos de origen natural.
Considerar el impacto ambiental
La producción ecológica favorece la biodiversidad, cuida el suelo y reduce la contaminación del agua. Estos beneficios son colectivos y a largo plazo, más que individuales e inmediatos.
Fomentar el consumo local y de temporada
Escoger productos ecológicos de proximidad minimiza la huella de carbono y apoya a los productores locales. Por eso, aunque dos productos tengan la misma etiqueta eco, se debería escoger el que ha sido cultivado más cerca de casa, ya que va a tener un menor impacto ambiental que uno que ha sido transportado desde otro continente, aunque también tenga la certificación ecológica.
No descuidar el equilibrio general de la dieta
Un ultraprocesado “ecológico” sigue siendo un ultraprocesado aunque tenga ingredientes bio. Las dietas saludables se basan en alimentos frescos, mínimamente procesados y variados, sea cual sea su certificación. Por lo que en este caso, no es más saludable un ultraprocesado bio que un producto convencional que apenas ha sido procesado.
