Salud

La inteligencia artificial, nueva aliada de los radiólogos en la detección precoz del cáncer de mama

La Inteligencia Artificial, nueva aliada de los radiólogos en la detección precoz del cáncer por su análisis veloz de mamografías
Su capacidad de analizar píxeles agiliza procesos. IMAGEN: Jonatan flores
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La inteligencia artificial se ha convertido en una nueva aliada de los radiólogos a la hora de detectar un cáncer de mama. Su capacidad de análisis píxel a píxel de las mamografías hace que la detección sea mucho más eficaz. El procedimiento, eso sí, es solo para agilizar procesos y necesita supervisión humana, informan en el vídeo Paula Zabala y Nerea Larriu.

La IA es capaz de averiguar qué mamografías muestran pechos que presentan tumores y cuáles no. Funciona a través de muestras reales de mamografías, explica el radiólogo Javier Pina Insausti. "Estos software están basados en 'Big Data', es decir, hay una gran base de datos en la cual se han metido casos normales y casos con cáncer".

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La IA compara las muestras con otras de mamas sanas y mamas con tumor

"Lo que hacen los informáticos es determinar cuáles son los signos que tiene que buscar el software en una mamografía", añade, para que el ordenador puede detectar entonces ese tumor. Los ojos de la inteligencia artificial se suman así a todos los mecanismos de detección precoz, tan importante en el cáncer de mama. Mamografías examinadas píxel a píxel que después la IA clasifica en tres grandes grupos en función de la mayor o menor sospecha de enfermedad detectada.

Entre las ventajas, "son más objetivos y señalan lesiones en las proyecciones", apunta Pina. Algo fundamental en los cribados de esta enfermedad que de manera anual se diagnostica a unas 37.000 mujeres en España. Así "se puede priorizar y tratar primero aquellas mamas que tengan una lesión", añade.

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La supervisión de los radiólogos sigue siendo necesaria

Pero la ayuda de estos softwares no es una sustitución, porque la labor de los radiólogos sigue siendo fundamental. Ellos tienen que gestionar todos los procedimientos cuando la IA determina que hay cáncer y revisan las mamografías para asegurarse de que no haya pasado nada por alto. "De la misma manera que tampoco nadie se montaría en un avión sin pilotos, tampoco a día de hoy la mamografía puede ser totalmente autónoma e informatizada", compara.

Aunque sí que sirve para abordar más deprisa el gran volumen de muestras. Desde su puesta en marcha, este nuevo aliado ha detectado 120 casos.