España consume el doble de la sal recomendada, con un promedio de 9,7 gramos diarios frente a los 5 gramos aconsejados por la OMS
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España consume el doble de la sal recomendada, con un promedio de 9,7 gramos diarios frente a los 5 gramos aconsejados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este exceso incrementa significativamente el riesgo de hipertensión, enfermedades cardiovasculares y demencias, problemas que afectan a millones de personas en el país.
El consumo elevado de sal proviene en gran parte de productos procesados, que contienen cantidades ocultas de sodio. Para revertir esta tendencia, expertos en salud pública insisten en la necesidad de reducir la ingesta de estos alimentos y adoptar hábitos más saludables.
Las especies son una alternativa saborizante a la sal
Como alternativas al uso excesivo de sal en la cocina, se recomienda incorporar especias y condimentos naturales que realzan el sabor sin perjudicar la salud. Ingredientes como el ajo, la cebolla, el limón o el vinagre pueden sustituir eficazmente a la sal, aportando sabor y variedad a las preparaciones.
Seguir estas recomendaciones no solo mejora la calidad de vida individual, sino que también podría salvar millones de vidas al año en España. La adopción de una dieta baja en sal, junto con un estilo de vida saludable, es clave para combatir las enfermedades relacionadas con el consumo excesivo de sodio y promover un bienestar general en la población.


