La investigación es la tercera pata en la lucha contra el fuego, junto a la prevención y la extinción
Cómo aprovechar el monte produciría menos incendios forestales, generando beneficios para sus pueblos
Con las laderas aún humeantes en el monte de la comarca granadina de la Sierra de Alhama, los equipos forenses de la Brigada de Investigación de Incendios se ponen manos a la obra para conocer más sobre el origen de las llamas y cómo se extendieron por la zona afectada. Informan Antonio Lasso, Nuria Cabrera y Laura Robles.
En cada provincia andaluza, una decena de agentes trabaja por parejas. Cuando llegan, avanzan sobre la tierra quemada con mucho cuidado. La parte que se pisa ya no sirve para la investigación por lo que han de avanzar muy despacio.
La investigación permite adelantarse a los incendios
Los primeros trabajos consisten en perimetrar la superficie quemada. Sobre el terreno, su herramienta de trabajo son unas banderolas rojas y blancas a modo de marcadores. Las de color rojo indican la dirección del incendio y las blancas se usan para delimitar el punto exacto donde se cree comenzó el incendio.
Todo se marca y todo se tiene en cuenta, desde los trabajos forestales en la zona, los rayos caídos o la presencia de líquidos o colillas sospechosas. También se evalúa si se trata de un camino transitado o la la falta de actividad humana en la zona.
La investigación es la tercera pata en la lucha contra el fuego, junto a la prevención y la extinción. Por eso es importante conocer y determinar la causa de incendio, porque permitirá que en el futuro se puedan evitar, y si hay algún responsable, que pueda ser puesto a disposición judicial. El 90 % de los incendios tienen que ver con la acción humana y estos especialistas forenses pueden ayudar a encontrar a los responsables.


