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Si vas de glamping, esto es lo que deberías saber antes de reservar (y lo que no te cuentan)

Glamping. Unsplash
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El glamping, que no es más que el híbrido entre las palabras “glamour” y “camping”, ha redefinido lo que muchos esperan de la experiencia de dormir al aire libre. Y es que aquí se disfruta de la indudable libertad que ofrece la naturaleza, sin sacrificar muchas de las comodidades propias de un hotel clásico.

Sin embargo, tras esa promesa de lujo y desconexión, puede haber señales que te ayuden a atisbar cómo será la experiencia incluso antes de reservar, y aunque las fotos del lugar no te lo chiven. Esto es lo que necesitas saber, y dónde debes mirar para evitar sorpresas desagradables y reservar con criterio si vas de glamping.

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Define el tipo de experiencia buscas

En primer lugar, es importante que tengamos claro qué tipo de aventura deseamos vivir. No todos los glampings son iguales: algunos tienen cabañas de madera, otros son como yurtas, tipis, domos transparentes para ver las estrellas… Hay incluso caravanas de lujo. Cada formato tiene una serie de implicaciones logísticas propias (como el nivel de aislamiento, el acceso a electricidad o la privacidad). Antes de reservar hay que analizar los tipos disponibles y seleccionar el que encaje con nuestras expectativas y deseos, ya sea a nivel visual, sensorial o funcional .

Comprueba qué se incluye (y lo que no)

A menudo, lo que no se menciona en las descripciones es tan relevante como lo que aparece en las fotos. No todos los glampings tienen baño privado, aire acondicionado, agua caliente o electricidad constante. Además, algunas ubicaciones apartadas pueden carecer de conexión Wi‑Fi o de cobertura móvil. Hay que leer con atención las condiciones, consultar la letra pequeña y, siempre que sea posible, preguntar directamente al responsable.

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Actividades: planifícalas con antelación

Un error habitual suele ser improvisar e ir sin reserva plaza. Al hacerlo no es raro descubrir que está lleno o ya no hay plazas para ciertas actividades. No es raro que los propios glampings organicen actividades, como rutas de senderismo, catas, paseos a caballo o sesiones de bienestar, y que estas requieran de una reserva previa. Ser conscientes de esto y gestionar nuestros intereses con antelación nos permitirá no quedarnos al margen de ‘esa’ actividad que tanta ilusión nos hacía cuando reservamos alojamiento.

Respeto por el medio ambiente

Si el glamping se vende como una actividad “ecológica” o “sostenible”, nosotros tenemos la obligación de estar a la altura. Una buena práctica es verificar si utilizan energías renovables, gestionan el agua de forma responsable o si las estructuras son desmontables, como recomiendan los organismos ambientales. Evita aquellos alojamientos que presumen de naturaleza, pero en realidad no se comprometen con ella.

Pequeños olvidados al hacer la maleta

Aunque te digan en el alojamiento que tienen de todo, nunca está de más ir bien provisto, y llevar algunos elementos básicos que no suelen estar disponibles. Hablamos, por ejemplo, de pilas repuestos para linterna o lámpara frontal, ropa de abrigo extra, repelente para mosquitos, artículos de higiene personal o un pequeño botiquín. Y en el caso de que tu alojamiento tenga de todo, pues eso que te llevas.

Revisando las opiniones más recientes

Si solo nos fijamos en las fotos bonitas, pero no nos preocupamos en mirar las reseñas más recientes, corremos el riesgo de que nos sorprendan, para mal. Hay que saber priorizar las fuentes de información a la hora de elegir destino. Puede valerte TripAdvisor, pero también busca en foros y blogs actualizados en viajes. Es aquí donde te contarán los detalles que van más allá del marketing, como los niveles de limpieza real, el trato del personal o la temperatura del agua del baño.

Regulación y normativa

El glamping se encuadra en España dentro de los alojamientos extrahoteleros (grupo 685 del IAE), lo que implica obligaciones censales y fiscales específicas. Aunque tú no deberías preocuparte directamente por esto, sí que te conviene saber si estás disfrutando de un servicio legalmente registrado, ya que esto afecta a la seguridad y la protección de tus derechos como consumidor.

Los precios y servicios de temporada

Los precios varían notablemente en función de la temporada, pero también algunos de los servicios incluidos y la exclusividad del entorno. El abanico de precios es amplio, así como las posibilidades. Sé consciente de la época del año en que viajas, compara opciones y ajusta tu viaje a lo que realmente necesitas y vas a poder disfrutar. De nada vale ir a un glamping único, si vas a estar metido en la habitación durante 24 horas al día porque el clima no acompañe.

Ir de glamping no es un lujo inocuo: es una experiencia a medio camino entre la experiencia de un hotel y dormir en plena naturaleza. Para que salga bien, es imprescindible definir exactamente qué estilo buscas, contrastar qué servicios se ofrecen frente a los reales, planificar actividades, preparar un equipaje básico y documentarte en fuentes diversas.