Multas

Cómo evitar un error frecuente al buscar aparcamiento y que es castigado con multas desde 80 euros

Multa por guardar un aparcamiento
Multa por guardar un aparcamiento. Cuatro.com
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En muchas de las grandes ciudades españolas el simple hecho de encontrar aparcamiento puede llegar a convertirse en una experiencia desesperante. La densidad del tráfico, la escasez de plazas y la presión del reloj hacen que muchos conductores acaben cometiendo errores de los que apenas son conscientes.

Uno de ellos, cada vez más frecuente y duramente sancionado por la Dirección General de Tráfico (DGT), es el intento de "guardar" un sitio libre para otro vehículo, ya sea con la presencia de un peatón o mediante objetos que impidan el estacionamiento. Lo que para algunos puede parecer un acto inofensivo o incluso justificado, puede costar, como mínimo, una multa de 80 euros.

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Una práctica habitual que vulnera la normativa

"Estoy esperando a mi marido", "solo aguanto un momento hasta que llegue mi amiga"... Las excusas para ocupar una plaza libre en plena vía pública abundan, pero ninguna tiene validez legal. Según el artículo 122.6 del Reglamento General de Circulación, los peatones no deben permanecer detenidos en la calzada o en el arcén, salvo para acceder a un vehículo. Es decir, colocarse en mitad de una plaza de aparcamiento para impedir que otro coche la ocupe constituye una infracción.

Este comportamiento no solo es ilegal, sino que pone en riesgo la seguridad vial y puede generar altercados con otros conductores. Es habitual encontrarse en redes sociales vídeos de disputas por plazas de aparcamiento, como el caso viral de Talavera de la Reina en 2024, en el que una mujer trató de reservar una plaza para su hija colocándose en medio del hueco. En este caso el incidente se saldó con la intervención de la policía y una multa por ocupación indebida del espacio público.

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Y es que, son ya muchos los tribunales de distintas comunidades autónomas que han ratificado sanciones a peatones por estas prácticas. En un fallo emitido por un juzgado de lo contencioso en Madrid, se respaldó la actuación de un agente que denunció a un viandante por impedir el uso de una plaza. El juez recordó que la vía pública es de uso común y que no se puede hacer una apropiación anticipada del espacio con fines privados. Esto implica que, aunque no se produzca un estacionamiento ilegal, la sola acción de reservar una plaza ya puede considerarse motivo de infracción.

Imagen de un aparcamiento

La sanción económica por "guardar" un sitio sin estar al volante del vehículo puede ser de 80 euros, pero en algunos casos puede ascender si la actitud del infractor interfiere gravemente en la circulación. A esta multa se suman otras prácticas igual de habituales y sancionables, como aparcar ocupando dos plazas con la intención de reservar una para un conocido, colocar conos, cajas o sillas para impedir el acceso, o usar el coche como "barrera" parcial del hueco.

Según recoge el artículo 91 del Reglamento General de Circulación, estacionar en zonas no autorizadas o de forma que obstaculice el tránsito puede implicar una sanción de hasta 200 euros y la retirada del vehículo por la grúa. El uso de objetos para bloquear plazas también puede ser considerado una alteración del uso del dominio público, con las consecuencias administrativas correspondientes.

¿Y si alguien se adelanta a la plaza que esperabas?

Una de las situaciones más frustrantes para un conductor es estar esperando pacientemente a que un coche salga de una plaza y que, en el último segundo, otro vehículo se cuele sin haber esperado. Aunque moralmente reprobable, esta conducta no es ilegal si no implica una maniobra peligrosa. La DGT recomienda en estos casos mantener la calma y evitar discusiones. Entrar en conflicto puede derivar en denuncias cruzadas o incluso en sanciones si se obstaculiza la circulación o se produce un altercado.

Para sortear este tipo de situaciones sin incurrir en irregularidades, existen alternativas como las apps de aparcamiento colaborativo (e-park, Telpark, ElParking), que informan sobre plazas disponibles en tiempo real. Además, muchas ciudades están ampliando la red de parkings disuasorios conectados con el transporte público, lo que permite aparcar en las afueras y moverse cómodamente por el centro urbano.

La DGT también impulsa campañas de concienciación para promover el uso compartido del vehículo y reducir la presión sobre las plazas de aparcamiento. En algunas zonas turísticas, se están estudiando modelos de reserva regulada de espacios para evitar estas situaciones conflictivas.