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Cuándo y cómo se puede conducir con gafas de sol: prohibiciones y multas por usarlas mal

Usando gafas de sol al volante
Usando gafas de sol al volanteRDNE Stock project (Pexels)
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Con la llegada del buen tiempo, aumenta el uso de las gafas de sol para casi cualquier quehacer en exterior, incluida la conducción. Este accesorio, además de proteger los ojos de la luz solar, mejora notablemente la comodidad visual al volante y ayuda a prevenir deslumbramientos potencialmente peligrosos. Sin embargo, no todas las gafas de sol son apropiadas para la conducción, y utilizarlas de manera incorrecta puede derivar en sanciones por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT).

Aunque puede parecer sorprendente, existe una normativa específica sobre qué tipos de gafas de sol pueden utilizarse al conducir, ya que no todas las clases garantizan una visibilidad adecuada. Algunas lentes, dependiendo de su categoría o nivel de opacidad, pueden incluso reducir de forma significativa la percepción visual del conductor, incrementando de esta manera el riesgo de sufrir accidentes.

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Tipos de gafas de sol prohibidos para conducir

La DGT clasifica las gafas de sol según el grado de filtración de luz solar en cinco categorías numeradas del 0 al 4. Las gafas que pertenecen a las categorías 3 y 4 son especialmente problemáticas para la conducción:

  • Categoría 0: Tinte muy suave, filtran entre el 0% y el 19% de la luz solar. No están recomendadas para días soleados.
  • Categoría 1: Ligeramente tintadas, filtran entre el 20% y el 56% de la luz solar. Son adecuadas para días nublados o con poca intensidad lumínica.
  • Categoría 2: Filtran entre el 57% y el 81% de la luz solar, recomendadas para días parcialmente soleados.
  • Categoría 3: Filtran entre el 82% y el 91%, ideales para condiciones muy soleadas pero pueden limitar demasiado la visión en zonas con sombras o túneles.
  • Categoría 4: Filtran más del 92% de la luz solar, solo deben usarse en situaciones extremas como la alta montaña o actividades marítimas. Están expresamente prohibidas para conducir, ya que impiden una visibilidad adecuada.
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Por tanto, aunque las gafas de categoría 3 no están estrictamente prohibidas, sí requieren un uso cuidadoso, especialmente en situaciones de cambio brusco de iluminación, como túneles o pasos subterráneos. Las gafas de categoría 4, en cambio, están completamente prohibidas por la DGT para conducir, debido al elevado riesgo que representan para la seguridad vial.

Multas por conducir con gafas de sol inadecuadas

Aunque no existe una infracción explícita por el uso de gafas de sol al volante, el Reglamento General de Circulación establece que el conductor debe mantener siempre el campo de visión libre, y no puede llevar elementos que reduzcan su capacidad para percibir el entorno vial.

Esto incluye el uso de gafas de sol con cristales excesivamente oscuros o que distorsionen los colores. Si un agente de tráfico considera que las gafas empleadas por el conductor comprometen su visibilidad o seguridad, puede emitir una sanción de hasta 200 euros, sin pérdida de puntos, en aplicación del artículo 18.1 del Reglamento, que obliga a conservar la libertad de movimientos y el campo de visión necesarios para garantizar la seguridad.

Recomendaciones a la hora de elegir unas gafas de sol para conducir

Para evitar sanciones y, sobre todo, conducir con seguridad, la DGT y los expertos en óptica coinciden en una serie de recomendaciones:

  • Evitar las gafas polarizadas de alta intensidad: aunque reducen reflejos, algunas pueden dificultar la lectura de pantallas digitales o señales LED, cada vez más presentes en carretera.
  • No usar cristales de colores distorsionantes: tonalidades como el azul, rojo o verde pueden alterar la percepción de semáforos y señales. Se recomienda optar por gafas con lentes grises o marrones, que ofrecen mejor fidelidad de color.
  • Comprobar que las gafas están homologadas: deben llevar marcado CE (Conformidad Europea) y especificar su categoría de filtro lumínico.
  • Evitar monturas demasiado grandes o con patillas gruesas: estas pueden dificultar la visión periférica, especialmente al cambiar de carril o girar en intersecciones.

¿Qué dicen los expertos?

El Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas advierte que una mala elección de gafas puede ser más peligrosa que no llevar ninguna. “Las gafas muy oscuras, no homologadas o con cristales degradados pueden generar fatiga visual, errores de cálculo en la distancia y aumento del tiempo de reacción”, afirman en su guía sobre salud visual al volante.

Por su parte, la Fundación CEA (Comisariado Europeo del Automóvil) recuerda que los deslumbramientos son responsables de un número considerable de accidentes en verano, y que proteger los ojos correctamente es parte esencial de la conducción segura. Sin embargo, esa protección debe ser compatible con la buena visibilidad.

Por lo tanto, queda claro que usar gafas de sol mientras se conduce no solo es recomendable, sino que en muchas situaciones es esencial para proteger la vista y evitar accidentes. Sin embargo, como ocurre con tantos elementos en seguridad vial, no todo vale. Elegir unas gafas adecuadas, y evitar aquellas que pueden reducir la visibilidad, es tan importante como respetar los límites de velocidad o ponerse el cinturón.