La odisea de encontrar piso de estudiantes en Santiago: universitarios hacen cola toda la noche frente a las inmobiliarias
Mientras la ciudad ronda los 100.000 habitantes, en la USC se matriculan cada curso cerca de 25.000 estudiantes
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Santiago de CompostelaEn la capital oficial pero también universitaria de Galicia, los efectos de la burbuja del alquiler se dejan notar especialmente. Encontrar piso compartido aquí de cara al curso que viene se convierte cada año en una competición feroz. Los estudiantes hacen colas frente a las inmobiliarias para ser los primeros en elegir. Buscan, informa Laura Queijeiro en el vídeo, algo cada vez menos común en la ciudad: que sea barato y que no lleve décadas sin reformarse.
El universitario es un sector clave para Santiago de Compostela, en A Coruña. La universidad suma cada curso más de 25.000 estudiantes matriculados entre grados, másteres y doctorados. Muchos de los cuales vienen de otras partes de Galicia y tienen que hacerse con una vivienda en una ciudad de tan solo 100.000 habitantes.
Colas frente a las agencias: "llevamos desde la una de la mañana"
Durante las jornadas del jueves y el viernes, muchas agencias convocan a los potenciales inquilinos para enseñar las viviendas. Tanto inmobiliarias como estudiantes quieren dejar todo atado de cara al curso que viene antes de que comience el verano. La presión y el interés por encontrar las mejores ofertas es tal que muchos jóvenes han pasado la noche del miércoles a las puertas de las agencias.
Roi y Ángela estudiarán en la USC el próximo curso. Llevan en la cola desde la 1:40 de la mañana. Saben que los primeros que llegan son los primeros que eligen piso. Han venido muy preparados: "Agua, comida, portátil... pero llevamos muchas horas y el aburrimiento y el cansancio se notan", afirman.
Otros universitarios han venido hasta con mantas, "para hacer el suelo más blandito". Toda una noche esperando, de cara a la apertura de puertas a primera hora de la mañana. Por muy precavidos que se consideren algunos, siempre se adelanta alguien, comenta un joven: "Vine a las 3:00 pensando que iba a ser el primero y me encontré que ya había gente".
Rutas guiadas por la ciudad en busca del mejor piso
Es tal la demanda que la inmobiliaria organiza rutas guiadas en grupo por los pisos. Elena, agente, se encarga de varias este jueves: "Hoy me toca por esta zona de Conxo. Vamos a ver varios pisos de dos habitaciones". Le piden, sobre todo, viviendas de entre dos y tres cuartos, para compartir en la zona cercana al campus.
Una madre viene en búsqueda de alojamiento para su hija y una amiga. Sus expectativas no son demasiadas. "Quiero un piso de dos habitaciones para dos chicas... que sea normal", ironiza. Y es que, en los últimos años, que sea 'normal' ya no es el mínimo básico. Son varios los casos en esta ciudad de techos que se caen, humedades que apestan o incluso inquilinos sorpresa en los pisos de estudiantes.
Viviendas viejas y en malas condiciones
Las condiciones de los pisos empeoran cada año. La presión por encontrar uno es tal que muchos caseros no se molestan, ya no en que sea atractivo, sino en que cumpla estándares mínimos de salubridad. Saben que lo van a alquilar igual. Lo que más se están encontrando las futuras inquilinas sigue esa tónica de "pisos antiguos, sin reformar y en bastantes malas condiciones", comenta una.
Pisos muy antiguos y también con altos precios. "Se nos van de presupuesto", lamenta la madre. Un piso de cuatro habitaciones puede rondar los 1300 euros. La subida de los precios de la vivienda golpea especialmente a la capital gallega, ya que es, además de universitaria, especialmente turística. Esto solo lo empeora: el auge de los pisos turísticos en la llamada Zona Vella ya ha hecho este barrio inhabitable.
