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Mediaset y la Fundación Querer se unen para concienciar sobre las enfermedades raras en la infancia

Mediaset y la Fundación Querer se unen para concienciar sobre las enfermedades raras en la infancia
La educación especial es fundamental. IMAGEN: Jorge Fernández
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MadridLa campaña '12 meses, 12 causas' de Mediaset España sigue su curso concienciando sobre diversas problemáticas desconocidas para muchos y, en algunos casos, olvidadas. Este junio se ha unido al cometido la Fundación Querer. Su objetivo en esta ocasión es acercarse a los niños y niñas con enfermedades neurológicas graves que afectan al lenguaje y al aprendizaje.

Las acciones llevadas a cabo buscan sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la educación y la investigación en este campo. Los colegios especiales que se adaptan a estas necesidades únicas son esenciales para la calidad de vida de los pequeños.

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Los centros de educación especial, una nueva vida para estos pequeños

Hace tres años era imposible que Elvira, con una enfermedad rara, pudiese saltar, correr e incluso trepar, con ayuda, por el rocódromo como hace ahora. "Apenas emitía palabras, se apoyaba en la lengua de signos", relata Nuria, su madre.

Estaba estancada y sus padres decidieron cambiarla de centro. "Ahora empieza a verbalizar", apunta Nuria y asegura que, para ellos, "son avances muy importantes". En su nueva escuela, el Colegio de Celia y Pepe, la niña es feliz, "ha encontrado su sitio". Allí, cada niño tiene una educación casi individual y "curricularmente el cambio es bestial", asegura José María, su padre.

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En España casi un millón de alumnos tienen necesidades educativas específicas, y más de 45.000 alumnos cursan Educación Especial. En esos centros abordan todo tipo de trastornos. "Neurológicas, enfermedades raras, algún síndrome y retrasos madurativos", enumera Susana Lominchar, directora de la escuela.

Adaptarse a las necesidades exclusivas de cada niño

En el Colegio de Celia y Pepe proporcionan a cada uno la herramienta concreta que necesita para mejorar. De ese modo, consiguen que el 20% de los pequeños acaben siendo derivados a la Educación Ordinaria. "Sacan lo mejor de cada niño. En 12 años no habíamos tenido esta normalidad", asegura el padre de Elvira.

Catalina solo comía hamburguesas y, tras mucho trabajo, "ha conseguido comer pollo, aguacate y texturas que antes era imposible que tragase", señala Sara Herrero, neuropsicóloga de la fundación. También trabajan las emociones en un jardín terapéutico, "lo que va a hacer que podamos estimular los diferentes sentidos y las distintas capacidades cognitivas como la memoria", añade. Educación, investigación y sensibilización para plantar una semilla de esperanza y una sonrisa en estos niños y sus familias.