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El impacto psicológico perdura en los afectados siete meses después de la DANA: "Siento el agotamiento"

El impacto psicológico perdura en los afectados siete meses después de la DANA
El impacto psicológico perdura en los afectados de la DANAImagen: José Maldonado
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Un juzgado de Valencia acaba de declarar oficialmente muerta a la última persona desaparecida por la DANA. Mientras, la salud mental de los afectados se resiente. Un estudio revela que los casos de ansiedad han aumentado un 60% y se han disparado los trastornos de estrés postraumático, según informa Manu Reyes y Toni Ramos.

El impacto psicológico perdura en los afectados siete meses después de la DANA
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Cuando el equipo de Noticias Cuatro comienza la conversación con Cristina, el dolor aparece y la mano le tiembla. Sus ojos reaccionan inevitablemente al recordar el pánico de la noche de la DANA con su hija de 13 años y todo lo que perdieron. “Cogió la mochila y nos fuimos saltando de aquí hasta Valencia y mi hija saltando los coches. Pero te lo digo sinceramente, había muertos dentro de los coches, bebés y gente mayor, como si se hubiera acabado el mundo", resalta.

"Ella me respondió ‘¿Quieres callar? ¿Tú no ves que no vamos a morir, mami?’”, recuerda Cristina

Ella comenta aquella fatídica noche con mucha tristeza: “Sola superé eso. Me duele más el momento en el que decía ‘Vamos a morir y vamos a morir’. Ella me respondió ‘¿Quieres callar? ¿Tú no ves que no vamos a morir, mami?’”. Son secuelas psicológicas que en un porcentaje de los afectados perdurarán.

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“Un 5% tiende a cronificar los síntomas. Los estudios que se han hecho del aumento de estrés postraumático o de cuadro de ansiedad están en un 60 o 70%. Primero de todo viene una debacle, obviamente. Luego viene lo que nosotros llamamos la fase heroica”, explica Francisco Santaolalla, presidente del Consejo General de Psicología.

“Siento el agotamiento pero puedo seguir contándolo, hay mucha gente que no”, reconoce

“Mientras estás despierta te dices 'venga, va, voy a ser fuerte'”, confiesa Cristina. Esto ocurre antes de la siguiente fase. “Hace una subida de la onda y luego cuando pasa esa fase se vienen abajo”, sostiene Santaolalla. “Cuando llega la noche y me siento en el sillón es cuando me doy cuenta de que mañana es otro día más en el que tengo que volver a superar esto y se me pone la piel de gallina. Me pongo a llorar”, confiesa ella.

“Luego, cuando pasa el tiempo, se nota el agotamiento”, destaca el presidente. “Siento el agotamiento pero puedo seguir contándolo, hay mucha gente que no”, añade Cristina. Siete meses después de la riada, la pesadilla sigue y necesitan toda la ayuda y atención posible para que, aunque jamás puedan olvidar, puedan continuar con sus vidas.