Viviendas arrasadas por la DANA, abandonadas por las administraciones: "Necesitamos empezar a vivir"
Las víctimas de la DANA exigen respuestas a las administraciones al encontrarse sus hogares en un limbo
De las 60.900 viviendas dañadas por la DANA, 11.242 fueron marcadas como con daños graves y 1.658 como inhabitables
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A punto de cumplirse siete meses desde la DANA que destruyó más de 100 municipios valencianos, las víctimas siguen desamparadas buscando la ansiada normalidad. Ante el abandono de las instituciones, muchos tratan de reconstruir sus viviendas con ayuda de voluntarios, pero otros no saben qué hacer. Según informa Manu Reyes en el video, miles de hogares se encuentran en un limbo en el que sus dueños no pueden ni reconstruirlos, ni demolerlos.
A falta de un mes para que el verano de el pistoletazo de salida y con la temporada alta a la vuelta de la esquina, muchas de las localidades afectadas no son capaces de levantar cabeza tras el desastre de la DANA. Las calles de municipios como Torrent siguen llenas de desperfectos, escombros y casa destruidas.
Desde el primer día del desastre, las víctimas denuncian desamparo por parte de las administraciones, pero casi siete meses después, sus súplicas siguen sin ser escuchadas. Algunas ayudas no han terminado de llegar y son muchos los vecinos que han tenido que financiarse la reconstrucción de su domicilio: “El derribo lo hemos pagado nosotros”.
Más de 1.600 viviendas han sido declaradas como inhabitables tras la DANA
Decenas de urbanizaciones han tenido que ser demolidas al ver los cimientos destrozados por la fuerza de la riada: “Cada vez que miro por la ventana o salgo, es un sentimiento de desolación”. De las 60.900 viviendas dañadas, 11.242 fueron marcadas como con daños graves y 1.658 declaradas como inhabitables.
El resto de las viviendas se encuentran en una especie de limbo en mitad de la incertidumbre: “¿Cuándo nos lo van a decir? Es nuestro hogar, nos hemos quedado sin nada, necesitamos empezar a vivir después de seis meses”. Los vecinos no pueden ni reformar la casa, ni demolerla porque “el plano urbanístico cambia”.
Mientras esperan respuestas siete meses después, denuncian que “edificar va a ser un poco más complicado porque es mucho dinero”, además que ahora mismo muchas viviendas "tendrán valor cero”: “Cuando yo no este, ¿mis hijos qué tendrán aquí? Nada".
Las viviendas dañadas se han convertido en la diana del vandalismo
Paseando por las calles de los municipios se pueden avistar cientos de edificios en riesgo de colapso: “La parte de atrás, que da al barranco, se ha comido todos los cimientos”. Muchos acabarán por ser demolidos, pero sin una fecha estimada: “Nos han mandado a cada uno a un pueblo”.
Los ayuntamientos de varias localidades también advierten que estos hogares se han convertido en la diana del vandalismo: “Se meten a hacer botellón”, comenta Gil Cuartero, trabajador del Ayuntamiento de Torrent. Una situación cada vez más insostenible que parece no tener fin, ni cerrar una herida que se abrió el 29 de octubre.
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