Medio año después de la DANA los afectados siguen muy lejos de la normalidad: vidas paralizadas y abandonadas
Los vecinos de las zonas afectadas se siguen sintiendo abandonados seis meses después de la trágica riada
Uno de los principales problemas son los ascensores que no funcionan e impiden salir a la calle a personas con enfermedades o movilidad reducida
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Acaban de cumplirse seis meses desde que la trágica riada arrasó decenas de localidades en Valencia. La DANA se llevó también la vida de más de 200 personas y paralizó la de miles. Ahora, medio año después las vidas de mucho de ellos siguen paralizadas y los afectados están muy lejos de recuperar la normalidad. Según informa Manu Reyes en el vídeo, muchos de ellos siguen sintiéndose abandonados.
Se cumplen 182 días de la DANA, seis meses desde una de las mayores tragedias de nuestro país. Las calles de las localidades afectadas están limpias, pero todavía hay multitud de destrozos sin arreglar y bajos, como el de Kitty, que siguen atrapados en el día después.
“Casi todas las plantas bajas de aquí están llenas de lodo y las tuberías están rotas”, se queja, “las heces y todo lo de la finca está debajo de mi casa”. Ante esta situación no puede evitar emocionarse, “lo siento, no puedo hablar”. El tiempo se ha convertido en una terrible monotonía, “ni controlo ya los meses que estamos así. Sin los ascensores, sin poder bajar a la calle, sin poder comunicarte con más gente porque están encerrados en casa”.
En edificios como el suyo los ascensores no funcionan desde hace 6 meses y dejan historias y problemas como los de los vecinos que tienen que subir hasta cuatro pisos andando con enfermedades graves o problemas de movilidad.
A Raquel le han quitado el útero y los ovarios y subir las escaleras de su casa es toda una proeza para ella, “como si me hubieran dado una paliza”.
Emilio nos cuenta que “por desgracia cada 20 días tengo que ir al hospital a que me den quimioterapia porque estoy enfermo de cáncer y subir me supone un sacrificio enorme”.
Desde las empresas de ascensores trabajan a destajo, pero están desbordados, “conforme va llegando el material pues se van cubriendo todas las necesidades”. En las localidades afectadas por la DANA quedan hasta 4.000 ascensores por reparar.
Mientras, Eugenio, con Alzheimer, solo ha salido una vez en 6 meses a la calle para enterrar a su hijo, víctima de la DANA, algo que él no recuerda. “Aquí estamos aguantando, atrapados. Es lo que queda”.
Seis meses han pasado y los que antes de la DANA estaban con el agua al cuello, hoy siguen sin hacer pie.
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