La jueza que montó un juzgado en una gasolinera de Paiporta el día de la DANA: “Entonces vimos la barbaridad”

Lucía Mayordomo estaba de guardia y se quedó atrapada en el barro cuando iba a levantar uno de los primeros cadáveres
Trasladaron el puesto de mando del juzgado a una gasolinera y entonces “vimos la barbaridad, cadáveres en garajes, en la vía pública…”
La jueza de la DANA y sus duras críticas al CECOPI: "Parece que era una burbuja aislada del mundo exterior"
El fatídico 29 de octubre de 2024, cuando la DANA lo arrasó todo, murieron en Torrent 11 personas y hubo miles de afectados. Entre ellos Lucía Mayordomo, una jueza que tuvo que trasladar el juzgado a una gasolinera de Paiporta porque era el único sitio con luz. Según informa Cristina Herráez en el vídeo, la magistrada estaba de guardia esa noche y cuenta lo duro que fue tener que levantar decenas de cadáveres tras la riada, “fue muy duro, especialmente las primeras 24 horas”.
La noche de la DANA la jueza de guardia era ella, Lucía Mayordomo. La magistrada se quedó atrapada en el barro cuando iba a levantar uno de los primeros cadáveres y decidió trasladar el puesto de mando de su juzgado a una gasolinera de Paiporta. “La Guardia Civil dijo pues ahí se ve una luz”, recuerda, “la luz era la gasolinera y ahí nos quedamos”.
Desde allí realizaron durante los primeros días tras la DANA numerosas diligencias. Lucía recuerda que nada funcionaba, “ni el móvil de la guardia, ni el móvil personal” y “empiezas a ver la barbaridad. Cinco fallecidos en un garaje, siete fallecidos en una calle, en la vía pública, cómo levantamos”.
Los siguientes días fueron jornadas maratonianas de levantamiento de cadáveres. “Hasta las ocho se hacían levantamientos, a partir de las ocho finalizaban, pero todo el mundo quería seguir, los forenses, todo el mundo quería seguir levantando, nadie quería irse de aquí”, destaca.
Luchar contra los bulos: "Decían que estábamos amontonando los cadáveres"
Con una evidente falta de medios y la cafetería de la gasolinera como oficina lograron seguir trabajando, “si salió bien fue porque todos funcionaron, no se miraron los relojes, no se miraron los horarios, no se miraron los medios materiales, solo se miró sacar rápido este drama”.
Esos días, además, tuvieron que lidiar con un volumen inasumible de muertos y con una gran cantidad de bulos. “Uno de los que más se oían”, recuerda, “era que los cadáveres los estábamos amontonando”.
La jueza fue a la Feria de Muestras de Valencia para ver la situación con sus propios ojos y remarca que “no había ninguno en el suelo, todos estaban puestos en camillas, sabíamos quién era cada uno, los nenes estaban aparte”.
Una labor ingente de un equipo con una recompensa que todavía hoy, emociona.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.