Las consecuencias de la DANA, presentes en 70.000 niños seis meses después: “Mi hijo ahora está con tics"

Las consecuencias de la DANA, presentes en 70.000 niños seis meses después
Así siguen sufriendo los niños medio año después de la DANAIMAGEN: José Maldonado
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Fueron los más olvidados y a punto de cumplirse medio año de la catástrofe de la DANA, las cifras lo demuestran. En mitad del desastre, los niños quedaron en un segundo plano tragando con el dolor que había supuesto la tragedia del 29 de octubre. Perdieron sus colegios, sus parques, sus actividades de ocio y algunos, sus familiares. Tal y como informa Manu Reyes en el video, a día de hoy, 70.000 niños conviven con los efectos de la DANA. 

En estos meses de reconstrucción ha dado tiempo a levantar parte de las ruinas que dejó la DANA, pero el ánimo de los pequeños sigue por los suelos. La tarde de 29 de octubre, el mundo de los niños también se desmoronó y todavía pagan las consecuencias de una gestión que les dejó a un margen. Según Save the Children, miles de ellos siguen sufriendo los efectos de la riada. 

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En cuanto a salud mental, es uno de los colectivos más castigado. A unos días de cumplirse medio año de la tragedia, hay todavía niños con miedo a la lluvia, a salir a la calle, con trastornos del sueño o con depresión. 

El día a día de los niños seis meses después de la DANA

Las pesadillas siguen siendo a día de hoy el pan de cada día de pequeños como Guille Borrul, de nueve años: “Estaba soñando que estaba pasando la DANA y que nos habíamos ahogado”. A raíz de los problemas que están desencadenando los menores, muchas madres han tenido que recurrir a ayuda profesional: “Hablaba super bien y a partir de la DANA empezó a tartamudear, no me decía ni una palabra bien. La tuve que llevar al psicólogo". 

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No hay que olvidarse que los niños fueron conscientes en todo momento de la situación que había en la calle. Isabel Morales recibió una llamada de su marido la tarde de la riada que tuvo mucho impacto en uno de sus hijos: “Nos despedimos de mi marido porque dijo que el agua ya llegaba hasta arriba. Uno de mis hijos se quedó dormido, pero otro estuvo conmigo toda la noche andando por casa”. 

Según relata Isabel, su “hijo ahora está con tics". Este caso no es aislado. Miles de niños y padres viven esta realidad. Seis meses después, muchos de ellos no tienen sus necesidades cubiertas: se tienen que trasladar a otras localidades para poder jugar, dan clase en barracones o viven en lugares insalubres. Protegerles y ayudarles es una asignatura que ha quedado pendiente y que seguirá pasando factura en los más vulnerables.  

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