La invasión de la caña tras el paso de la DANA pone en jaque los campos de Valencia: "Esto se va a disparar"
La caña llegó a los campos tras la DANA y ahora pone en peligro los cultivos
La expansión de la caña multiplica las pérdidas económicas de los trabajadores del campo tras la riada
La importancia de erradicar la caña: una especie invasora que agravó los daños de la DANA
Más de medio año después de la DANA, la normalidad sigue estando lejos para las víctimas de una catástrofe a todos los niveles. Según informa Manu Reyes en el video, los campos de Valencia agonizan tras el paso de la riada. La especie de la caña se expande por sus cultivos a un ritmo vertiginoso, una cuestión que preocupa entre los agricultores y que deja constancia de la importancia de la conservación de los cauces de los ríos.
El 29 de octubre, la tromba de agua arrastró todo a su paso, afectando a más de 100 municipios valencianos. El tsunami de lodo llegó hasta el campo, donde casi siete meses después pagan sus consecuencias. La principal culpable: la caña invasora.
Según explica José Ibáñez, de Asaja Valencia: “Esto era un campo de viña de moscatel en espaldera. Cuando vino la DANA se arrastró todo lo que llevaba el cauce y lo ha depositado aquí en este campo, que son unas cuatro hectáreas de viñedo afectado. Hoy en día está lleno de cañas”. La especie se ha colado en el campo poniendo en peligro la vegetación autóctona.
La capacidad de supervivencia y la velocidad de expansión de la caña hacen difícil su erradicación
La caña común es una especie invasora no protegida que lleva siglos instaurada en nuestro ecosistema. Esta crece en la ribera de los ríos a una velocidad vertiginosa: “Estas cañas tienen seis meses. Cuando se dan las condiciones de temperatura y humedad, brota con mucha facilidad. Ahora esto se va a disparar”.
Su capacidad de supervivencia hace muy complicada su erradicación. Los rizomas llegaron al campo arrastrados por la riada y para que no sigan proliferando deben ser arrancados de raíz: "Estamos trabajando, estamos arando el terreno y con cualquier trozo brota otra caña. Habrá que actuar con herbicidas y estamos sumando trabajo, costes, cuando no estamos para sumarle más costes de producción”.
Las pérdidas económicas siguen multiplicándose más de medio año después, poniendo sobre la mesa la necesidad de la limpieza de los cauces de los ríos y el control sobre la especie de la caña común para no seguir sumando pérdidas.
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