Los precios de los carburantes se consolidan en máximos tras encarecerse hasta un 4,5% en octubre

En concreto, el precio medio del litro de gasóleo se ha incrementado un 0,15%, hasta marcar un nuevo máximo del año con 1,075 euros y situarse en su nivel más alto desde mediados de octubre de 2015.

En el caso de la gasolina, el precio del litro ha repuntado en los últimos siete días un 0,04%, hasta los 1,189 euros, quedándose a las puertas del récord anual de 1,19 euros que marcó a finales de junio.

En lo que va de mes de octubre, el precio de la gasolina ha registrado un incremento del 2,8%, mientras que en el caso del gasóleo ha subido por encima del 4,5%.

Este incremento en los precios de los carburantes a lo largo de octubre ha coincidido con la subida registrada por el crudo en las últimas semanas ante la perspectiva de los países miembros de la OPEP en su próxima reunión para limitar la producción.

En concreto, el barril de Brent, de referencia en Europa, se estabilizó a lo largo del mes por encima de los 50 dólares, llegando a tocar un máximo anual de más de 53 dólares.

Sin embargo, en los últimos días el precio del crudo se ha desinflado ante las dudas de los inversores de que los países del cártel finalmente vayan a suscribir un acuerdo para congelar o recortar la producción de petróleo.

Así, este jueves el barril de Brent se intercambiaba a un precio de 47 dólares, mientras que el Texas, de referencia en Estados Unidos, cotizaba a 45,53 dólares.

Con los precios actuales, el llenado de un vehículo con un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta en la actualidad 65,43 euros, mientras que en el caso del gasóleo asciende a 59,12 euros.

PRECIOS EN LA UE.

Los carburantes son más baratos en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,314 euros y en 1,358 euros, respectivamente. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,176 euros de media en la UE y 1,167 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal en general.