Mil kilómetros en bicicleta. Es la proeza de James, un niño con autismo, que con tan solo 10 años y junto a su padre, ha logrado su objetivo: recaudar fondos para la investigación del autismo. “Es increíble ver a James recorrer 1.000 kilómetros en bici para llegar a Coney Island”, ha admitido su padre Chris. Los dos salieron de Canadá y han llegado a Nueva York en dos semanas.