Michael Cohen, exabogado del presidente estadounidense, Donald Trump, se ha entregado al FBI tras alcanzar un acuerdo con la Fiscalía, que le investiga por fraude fiscal y bancario y violación de la ley electoral, y ha afirmado que el mandatario "le ordenó cometer un delito". Las declaraciones de Cohen hacen que sea la primera vez en casi 50 años que un presidente es acusado de ser parte de un delito de financiación de campaña.