Tiene 25 años. Algunos le critican por llevar a los niños a la cueva tailandesa pese a que un cartel prohíbe la entrada en época de lluvias monzónicas. Para otros es -sin embargo-, el gran protector que ha ayudado a los menores a mantenerse con vida. No ha sido la primera experiencia dramática de este entrenador de fútbol y ex monje budista.