El director del PMA apuesta por compartir los datos entre las ONG para evitar los casos de abuso sexual
EUROPA PRESS
07/03/201816:46 h."No podemos dejar que los hechos de unos pocos destruyan el trabajo de muchos", ha defendido Beasley en una entrevista concedida a Europa Press durante su visita a Madrid. "Tenemos que compartir información y no permitir que la gente vaya de una organización a otra", ha subrayado.
Beasley ha subrayado que la mayoría de quienes trabajan en la ONU hacen bien su trabajo, pero también están "aquellos contra los que queremos ir con todas nuestras fuerzas", que son quienes cometen abusos como los denunciados en el caso de Oxfam y algunas otras organizaciones humanitarias, que se aprovecharon de su posición y cometieron abusos sexuales entre las personas a las que tenían que asistir.
"El PMA hace un trabajo increíble pero al mismo tiempo no hay excusa ni cabida para ningún abuso o acoso sexual", ha recalcado Beasley, que quiere convertir a la agencia que dirige desde hace menos de un año en un "modelo dentro de la ONU en términos de paridad y de acabar con los abusos sexuales y la explotación".
El responsable del PMA ha explicado que ha adoptado numerosas medidas en el marco de su política de "tolerancia cero" respecto a este tipo de casos, como la posibilidad de denuncias anónimas, la supresión del plazo de seis meses para denunciar o el refuerzo del sistema de investigación interna de todo tipo de abusos --incluidos el fraude o la corrupción--, pero su principal apuesta es crear una "atmósfera de respeto" entre los trabajadores del PMA allá donde estén.
Según ha contado, ya ha dejado claro a los responsables de la agencia en los distintos países que, si no son capaces de trabajar en un entorno de igualdad y respeto, "serán despedidos", porque para él es fundamental que los trabajadores vean a sus colegas como iguales.
En opinión de Beasley, "no se trata solo de adoptar mejores políticas". "¿Cuántas décadas llevamos con mejores políticas en muchos países, incluida la ONU? Esas cosas son importantes pero también es necesaria una atmósfera de cambio, donde las mujeres realmente crean que pueden dar su opinión, que no tienen que tener miedo", ha resaltado.
"No podemos bajar la guardia, tenemos que mantenernos vigilantes porque, si no abordamos esta cuestión, las víctimas inocentes, la gente que se muere de hambre, va a pagar el precio, y no podemos permitirnos que la población vulnerable a la que tenemos que servir pague el precio por las malas acciones de unos pocos", ha remachado.