El presidente estadounidense, Donald Trump, apura sus últimas horas jugando al golf en uno de los dos resorts que posee en Escocia. El viernes, una protesta de Greenpeace, burló su seguridad y con un parapente despliegaron una pancarta en la misma puerta de club. El hombre a bordo ha sido detenido y Greenpeace ha publicado el vídeo de la acción en Twitter.