Turquía ordena el arresto de cerca de 60 soldados por sus presuntos lazos con Gulen

Según las informaciones recogidas por la agencia estatal turca de noticias, Anatolia, la Policía está realizando operaciones simultáneas en 27 direcciones en la provincia de Konya (sur) para proceder a las detenciones.

Alrededor de 50.000 personas han sido detenidas en Turquía desde el intento de golpe de Estado en julio de 2016. Además, unas 150.000 han sido destituidas o despedidas de sus puestos, incluidos militares, agentes de Policía, profesores y funcionarios, por su supuesta vinculación con el movimiento de Gulen.

Gulen, que ha vivido exiliado en Estados Unidos desde 1999, ha negado la acusación y ha condenado el golpe, reclamando una investigación independiente.

Los grupos defensores de Derechos Humanos y algunos aliados occidentales temen que el presidente turco, Recep Tayip Erdogan, esté utilizando el intento de golpe de Estado como pretexto para reprimir la disidencia.

Erdogan argumenta que la represión es necesaria debido a la gravedad del intento de golpe, en el que murieron 240 personas.

El mandatario ha comparado en numerosas ocasiones la lucha contra Gulen con la que mantiene Turquía contra los rebeldes kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y con el grupo terrorista Estado Islámico.

En este sentido, el Gobierno ha acusado al FETO --nombre con el que se refiere a la nebulosa de personas vinculadas a Gulen-- de estar detrás de una serie de campañas para acabar con el "orden establecido" a través de la infiltración de sus miembros en las instituciones, especialmente en el Ejército, la Policía y la Judicatura.