Tammie Jo Shults, la piloto que aterrizó de emergencia en Filadlefia y evitó una tragedia

Las primeras investigaciones sobre el reventón de la turbina de un avión en Estados Unidos apuntan a que se le rompió una pieza. El accidente provocó la muerte de una pasajera, una mujer de 43 años que fue succionada por al ventanilla hacia el exterior de la nave. Pero la tragedia pudo haber sido mayor si no hubiese sido por la pericia a los mandos de Tammie Jo Shults, ya que su experiencia como piloto propició que el aterrizaje forzoso que tuvo que realizar en Filadelfia se saldó sin más fallecidos.

Así, mientras en el interior del avión los pasajeros gritaban y estaban conmocionados por lo sucedido; con una calma increíble, la piloto comunicaba a la torre del control que les faltaba una parte del avión y que bajaban de velocidad. Ni rastro de miedo ni de ansiedad en la voz de esta ex piloto de combate de las fuerzas aéreas de la Marina, que también pedía una ambulancia para los pasajeros heridos.

Demostró unos nervios de acero. Como los de algunos de los pasajeros. Así, una enfermera consiguió atrapar por los pies a su compañera de asiento cuando fue succionada por la ventanilla. A la que otros dos hombres también ayudaron. Dejaron sus mascarillas para cogerla. E, incluso, le hicieron un masaje cardíaco. A pesar de todo, no pudieron evitar que esta ejecutiva de 43 años muriese por los golpes.

¿El motivo de la avería? Fatiga del metal. Por éso se rompió una de las 24 aspas del ventilador del motor izquierdo. Para evitar que se repita, las aerolíneas con aviones de este tipo han comenzado a revisar sus turbinas. Mientras ayer el motor de otro avión acababa en llamas nada más despegar en Atlanta. En este caso no hubo heridos.