"Me preocupa lo que está sucediendo en estos días en Nicaragua, donde, después de una protesta social, se produjeron enfrentamientos que también causaron algunas víctimas", ha indicado.
El máximo pontífice ha expresado su "cercanía en la oración" a este país y se ha sumado a los obispos para pedir que "cese toda violencia, evitar un derramamiento de sangre inútil y que las cuestiones abiertas se resuelvan pacíficamente y con sentido de responsabilidad".