El primer ministro francés, Manuel Valls, no quiso perderse la final de la Champions entre el Barcelona y la Juventus. Viajó a Berlín con sus dos hijos mayores en un avión oficial y ahora se ha visto obligado a pedir perdón por gastar 18.000 euros de dinero público en su viaje. “No lo volvería a hacer”, ha reconocido. Para despejar dudas ha anunciado que pagará de su bolsillo el viaje de sus hijos, 2.500 euros.