Rebajan las alertas por riesgo de tsunami en el Pacífico tras el mayor terremoto que registra Rusia desde 1952
El fuerte terremoto se producía a las 11:25 horas de la mañana hora local y duró tres minutos
Rusia registra el mayor terremoto del mundo desde 2011: los tsunamis más devastadores de la historia
Alerta por tsunami en todo el Pacífico tras uno de los mayores terremotos que ha sentido el planeta en décadas. El epicentro está en la península de Kamchatka, en el extremo oriental de Rusia. El seísmo ha despertado el temor a que se produzca un tsunami, aunque ya no se espera una ola de grandes dimensiones. China, Japón, Haw y Filipinas ya han desactivado los avisos.
Uno de los mayores terremotos de las últimas décadas -de magnitud 8,8- ha hecho temblar la península rusa de Kamchatka, una de las zonas de mayor actividad volcánica del planeta, y a sus habitantes. Su potencia ha extendido la alerta por tsunami por todo el Pacífico durante la mañana en Japón, Estados Unidos o Australia.
Cuatro grandes olas -de tres o cuatro metros de altura- ya alcanzaron e inundaron la costa de una de las islas Kuriles del norte, Paramushir, sin causar víctimas. En total, han sido evacuadas unas 2.700 personas en el archipiélago de las Kuriles, mientras en Kamchatka tuvo que ser evacuado un campamento de surfistas por la alerta de tsunami.
Las imágenes de angustia en medio del terremoto de magnitud 8,8
El fuerte terremoto se producía a las 11:25 horas de la mañana hora local y duró casi tres minutos en Rusia. Momentos de pánico que provocaban situaciones de angustia máxima. Personas salían de sus casas mientras las chimeneas se desmoronaban. En las imágenes que llegan del seísmo se ve a un hombre que aguantaba bajo el porche el chaparrón de ladrillos mientras se colocaba la bata.
Las campanas de un pueblo sonaban y no por la hora sino por la potencia del terremoto que zarandeaba toda la estructura. El terremoto de 8,8 de magnitud se ha dejado notar en el interior de las viviendas de Kamchatka. A dos rusos les ha pillado, junto con su perro, una riada cerca de la costa y les ha atrapado dentro del coche. En Svero Kurilsk ha quedado totalmente arrasado por la fuerza del agua.
El terremoto ha sido el más potente en la zona desde 1952
Los leones marinos, excitados, se lanzaban al mar mientras de la ladera caían peñascos, rocas que se han desmoronado por toda la costa. El terremoto ha puesto a prueba la suspensión de los coches y el aguante de unas locutoras de radio. Una guardería se vino abajo aunque por suerte sin dejar víctimas o heridos. En el aeropuerto todos miraban al techo que no soportaba la potencia del seísmo y dejaba caer placas desde gran altura.
En un hospital ocurrió la misma situación con las placas del techo y en quirófano, en plena operación, los cirujanos se pegaban a la camilla para minimizar las sacudidas mientras seguían con su intervención. El terremoto ha sacudido la tierra de forma continua durante tres minutos, el tiempo suficiente para provocar el pánico en la población que ha abandonado en masa las ciudades. Pero además ha habido varias réplicas. Ha sido el temblor más potente en la zona desde 1952.
En la costa oeste de EE.UU está el punto más crítico
A miles de kilómetros al este, de noche -por el cambio horario- se registraban las primeras inundaciones en Hawái, donde se mantienen los avisos, y en la costa oeste de Estados Unidos, zona en la que siguen activadas las alertas. Según informa Sara Canals, allí ya se registró una ola de hasta 1,74 metros en Kahului, Maui y otra de 1,5 metros en Hailo.
En la costa oeste de EE.UU está el punto más crítico. Se encuentra en la frontera entre California y Oregón. Allí se están registrando olas de tsunami de más de un metro de altura y la población continúa bajo vigilancia. En Hawái las autoridades aseguran que lo peor ya ha pasado y poco a poco la población está regresando a sus casas después de haber sido evacuados de las zonas costeras. En general, se recomienda no bajar la guardia y el presidente Donald Trump ha pedido a la gente que se informen y que se mantengan a salvo mediante sus redes sociales.
Las alertas por tsunami han llegado a Japón y a las costas de América Latina
Se han registrado olas intensas en la costa de Japón ante la alerta de tsunami. Las sirenas han sonado en el país nipón. Allí se ha ordenado la evacuación de sus hogares y de zonas costeras de al menos dos millones de personas. Algunos ciudadanos se han subido a lo más alto de los edificios para refugiarse. Mientras seguían escuchándose mensajes de evacuación, la central de Fukushima se ha desalojado.
Las olas se han desplazado hacia el sur a lo largo de la costa del Pacífico, lo que ha dejado imágenes como las de unas ballenas en la orilla, arrastradas hasta una playa de Japón. Los efectos llegaban la costa de Estados Unidos. En las imágenes aceleradas grabadas en Hawaii se apreciaba el retroceso del agua que anticipa grandes olas. Tras la bajada del agua, un socorrista ha pedido la evacuación de la zona.
Un aviso que han lanzado helicópteros en California y que se ha mandado a los móviles. Alerta también en Alaska y en América Latina. El Centro de Alertas de Tsunamis (CAT) de la Secretaría de Marina (Semar) de México emitió una alerta para las costas del Pacífico mexicano, donde se espera el arribo de alturas menores a 20 centímetros a partir de las 02.00 hora local.
Las islas del Pacífico Sur emiten órdenes de evacuación
Las alertas por tsunami se han extendido al Pacífico Sur, un área especialmente sensible, porque allí hay cientos de islas donde cualquier subida del nivel del mar puede resultar fatal. Según informa Gonzalo Aguirregomezcorta, todas han emitido órdenes de evacuación a sus habitantes que residan en las zonas costeras. Está previsto que los niveles del mar asciendan entre 30 centímetros y un metro de altura debido a este tsunami, algo que no se pueden permitir islas como Tuvalu o algunas partes de Vanuatu, ya que están en alto riesgo de inundación por los efectos del tsunami.
Australia todavía no ha emitido ninguna alerta por tsunami, ninguna emergencia. Pero sí lo ha hecho Nueva Zelanda para que los habitantes que residan en las zonas costeras busquen lugares de mayor altitud y que las embarcaciones de pescadores o similares, que estén cerca de la costa, se vayan mar adentro para evitar los efectos de este tsunami.
