La guerra abierta entre Musk y Trump: el empresario acusa al presidente de estar en la lista de Epstein

Redacción digital Noticias Cuatro 06 JUN 2025 - 18:43h.

Donald Trump y Elon Musk protagonizan una guerra que sube de intensidad por horas en medio de la incertidumbre de las universidades. El hombre más rico del mundo acusa al presidente de Estados Unidos de estar en la lista de Jeffrey Epstein tras el desplome de Tesla en bolsa. Se trata de la lista de las personas que visitaron las mansiones en las que el magnate desplegó su red de abusos a niñas de 14 años, según informa Sara Canals y Ana Lorenzo. Para sustentarlo, ha mostrado unas imágenes donde aparecen juntos.

La portavoz del presidente se ha limitado a defender el proyecto de ley que ha impulsado Donald Trump y asegura que el magnate está centrado en que esta propuesta prospere en el Senado. Desde el entorno de Trump, apuntan los medios estadounidenses, se está lanzando la idea de que el multimillonario es una persona inestable.

“Sin mí, Trump habría perdido las elecciones", asegura Elon Musk

Donald Trump no ha entrado en los ataques personales de Musk y su acusación sobre la lista de Epstein. La Casa Blanca va a organizar una llamada con el multimillonario para intentar rebajar la tensión. Nada queda de la aparente cordialidad en su ruptura. Hace tan solo una semana, Trump proclamaba su decepción con el empresario al que “ha ayudado mucho”. Dice que no entiende las furibundas críticas a su Ley Fiscal y asegura que conocía su contenido.

Un argumento que niega Musk: “Sin mí, Trump habría perdido las elecciones. Cuánta ingratitud”. “Es hora de lanzar la gran bomba. Trump está en los archivos de Epstein. Esa es la verdadera razón por la que no se han hecho públicos”, asegura en redes. Así, comparte el vídeo de Trump con el pederasta en una fiesta de 1992.

Esta guerra provoca el hundimiento de Tesla en bolsa

En otros mensajes, el presidente había dicho que Musk se volvió loco cuando retiró el mandato sobre la compra de vehículos eléctricos y amenazaba con quitarle todos los contratos gubernamentales. "La manera más fácil de ahorrar", decía. Contraatacaba Musk proponiendo crear un partido que represente al 80% del centro, con encuesta incluida.

En plena batalla, el exasesor de Trump, Steve Bannon, dice que lo advirtió, pide investigar a Musk y que se le deporte de forma inmediata. Más leña al fuego y al delirio de ataques tras el fin del romance. Esta guerra abierta ha provocado el hundimiento de Tesla en bolsa. La empresa sufrió una caída importante de sus acciones el día dos de abril, coincidiendo con el anuncio de los aranceles recíprocos de Trump.

Todo empezó por las discrepancias en el proyecto de reforma fiscal

La empresa remontó un poco y fue entre el día tres y cuatro de junio, coincidiendo con las críticas de Elon Musk a la Ley Fiscal de Trump, cuando sus acciones se llegan a desplomar hasta un 17% el miércoles y ayer un 14%. Hablamos de pérdidas de más de 166.000 millones de euros. Esta es una de las consecuencias de un divorcio abrupto entre Trump y el hombre más rico del mundo. Y todo empezó con las discrepancias por el proyecto de reforma fiscal.

Esta reforma está siendo muy criticada por la oposición, sobre todo por la cantidad de gasto de déficit que va a generar. Y también ha enfadado Elon Musk porque asegura que socava su legado aquí en la Casablanca. El objetivo es que el Gobierno sea básicamente más eficiente. Pero a la vez está ley es también el legado político del presidente Trump porque incluye más gasto en defensa, en inmigración y también menos impuestos.

Pero también hay otros temas que han fomentado el distanciamiento entre ambos como, por ejemplo, los aranceles o el hecho de que el departamento de Elon Musk haya sido opaco con la administración, las tensiones entre más que algunos secretarios del Gobierno o el hecho de que el multimillonario participara en una reunión sobre China en el Pentágono.

Musk, uno de los principales donantes de la campaña electoral de Trump

Tras el intento de asesinato de Donald Trump y Lomas, dejó su papel de magnate tecnológico excéntrico, ajeno a la política para convertirse en uno de los principales donantes de la campaña electoral del republicano. Un amor que tanto Donald Trump como Elon Musk exhibían con orgullo. Así que tras la victoria, la alegría fue máxima. El hombre más rico del mundo se puso al frente del departamento de Eficiencia.

Una figura en la que muchos vieron un claro conflicto de intereses y el intento del sudafricano de sortear las trabas institucionales a sus empresas. Era un cargo sin despacho aunque no le hacía falta porque se movía como pez en el agua por la Casa Blanca y entraba incluso con su hijo en el Despacho Oval.

Una relación contra viento y marea desde el principio

El amor siguió así contra viento y marea, contra protestas y ataques a coches ante los que Trump llegó a amenazar con encarcelar a los responsables en las cárceles de Bukele y convirtió los jardines de la Casa Blanca en un concesionario Tesla. Pero Washington no es lo suficientemente grande como para tener dos sheriffs con tanto ego, por lo que para los expertos esto era inevitable. “Lo sorprendente es que ya ha sido tan rápido”, considera Todd Belt, un profesor de Gestión Política en la Universidad George Washington.

Hace solo una semana, el presidente le estaba entregando las llaves de la Casa Blanca y restaba importancia a los informes de su consumo de drogas. “Creo que es fantástico”, decía el viernes un Trump empapado ya por el chaparrón, preludio de una tormenta que, no por esperada, ha dejado de ser increíblemente explosiva.