Desde Suárez hasta Sánchez: las visitas de los presidentes españoles a Doñana

Adolfo Suárez era el primer presidente en democracia que visitaba el coto de Doñana. Suárez y su familia posaban en 1976, para una entrevista en un medio francés. Pero sería Felipe González quien daría forma a un lugar paradisíaco como residencia de vacaciones y enclave para la diplomacia de alto nivel. Con Felipe se modernizaron las instalaciones para recibir y dar cobijo a personalidades como el entonces presidente ruso Mijail Gorbachov o el canciller alemán Helmut Kolh.

Su sucesor, José María Aznar veraneó menos en Doñana pero exprimió el lugar para acoger a personalidades. Los largos paseos por la calma del coto han servido para estrechar relaciones y firmar más de un acuerdo. Por allí pasaron desde el entonces primier ministro marroquí Abderramán Yussiffi, el que era presidente de Méxio Ernesto Zedillo, el actual presidente de la comisión europea Jean Claude Juncker o Toni Blair y su familia.

La "paradisíaca soledad" de las casi once mil hectáreas de la finca Las Marismillas atrajeron también a Zapatero. Sin embargo, fue habitual verle abandonar esa soledad en la barcaza que atraviesa el Guadalquivir y desembarcar en Sanlucar de Barrameda para pasear o tomar algo. Quien visitó, en el verano de 2011 a Zapatero en Doñana fue la crisis de la prima de riesgo lo que le obligó a regresar a Moncloa.

Un año después, Mariano Rajoy abandonó durante cinco días sus habituales paseos a buen ritmo por paisajes gallegos para alojarse en el palacio de Las Marismillas y visitar la zona. Ahora, Pedro Sánchez se ha convertido en el sexto presidente en alojarse en Doñana. Retoma la costumbre de recibir a personalidades para estrechar lazos. Para comenzar, nada más y nada menos que la canciller alemana Angela Merkel. Tal como hizo en su época Felipe González con Helmut Kolh.