Los políticos, en el punto de mira: los otros intentos de magnicidio o agresión a altos cargos

El plan de Manuel Murillo, un vigilante de seguridad de Tarrasa de 63 años, de matar a Pedro Sánchez vuelve a traer el magnicidio a la actualidad. No es la primera vez que en la Audiencia Nacional se juzgan casos en los que los políticos están en el punto de mira. En abril de 1995 se produjo un atentado de ETA con coche bomba al entonces líder del PP, José María Aznar. El caso se archivó por falta de autor conocido, pero ayer mismo la banda reconoció el intento de atentar contra Aznar hasta en tres ocasiones en 2001.

En diciembre de 2015 un joven de 17 años propinaba un puñetazo al entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. El juzgado de menores le condenó a dos años de internamiento por un delito de atentado a la autoridad.

También han sido varios los intentos de atentado al rey. En agosto de 1995 tres miembros de ETA tuvieron dos veces a tiro al rey Juan Carlos. Según dijeron no dispararon por complicaciones técnicas. La Audiencia Nacional les condenó por un delito contra la Corona en grado de conspiración y no de tentativa, porque cuando fueron detenidos, dicen, aún no habían perfeccionado el plan.

Así mismo, la Audiencia Nacional también condenó la agresión a tartazos a la presidenta de Navarra, Yolanda Barcina.