Las Marchas de la Dignidad también se manifiestan junto al Congreso

La marcha comenzará en la plaza de Cánovas del Castillo (donde está la fuente de Neptuno) a las 18.00 horas, media hora antes de que comience el Pleno en la Cámara Baja, y finalizará en la Puerta del Sol, según han informado los convocantes. El lema es 'Contra la represión, amnistía. No al pago de la deuda. Pan, trabajo, techo y dignidad'.

Durante la protesta, se repartirán panfletos con un texto en el que afirman que la investidura de Mariano Rajoy como jefe del Ejecutivo inaugurará "el Gobierno más débil y el periodo de mayor inestabilidad política que se ha conocido desde la Transición".

Las Marchas de la Dignidad también denuncian la "tragicomedia" del ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez como "segunda edición", después de que el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero acabara "arrodillándose en 2010 ante (Barack) Obama y la UE".

"El resultado: el mismo. Un PSOE que puede --y lo ha hecho mil veces-- disfrazarse con lenguaje izquierdista, para después, siempre, llevar a cabo las políticas sociales más duras y la represión más feroz, guerra sucia incluida", señalan.

NO MÁS RECORTES

Con la protesta de este sábado, las Marchas de la Dignidad quieren preparar una movilización nacional del 3 de diciembre. Para entonces, "con toda seguridad, el próximo Gobierno estará adoptando nuevas medidas que nos golpearán aún más duramente", afirman.

Las Marchas de la Dignidad fueron columnas provenientes de distintos puntos de España que culminaron en Madrid el 22 de marzo de 2014, cuando Rajoy aún gobernaba con mayoría absoluta. En su manifiesto rechazaban el pago de la deuda exterior, el fin de los recortes, la salida de los "Gobiernos de la Troika" y "pan, trabajo y techo para todos".

Ahora creen que el nuevo Ejecutivo del PP estará en una situación de "inevitable debilidad" ante los recortes que la Comisión Europea exige a España "frente a un pueblo que ya está viviendo situaciones límite y que no está dispuesto a tolerar más empujones hacia el abismo". "Las ya precarias condiciones de vida de millones de personas no aguantan ni un recorte más", advierten.

Pero al mismo tiempo, abogan por "fortalecer la movilización social y el poder de la clase obrera y del pueblo" aprovechando que en este momento "las clases dominantes son más débiles, están más divididas y son menos capaces de engañar al pueblo".