Castigo máximo del PSOE a los diputados díscolos del PSC

La multa ha estado acompañada por la salida de su representante en la cúpula del quipo directivo parlamentario. Horas después de presentar su renuncia "en coherencia" por su voto 'díscolo', el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba ha aceptado la dimisión de José Zaragoza a su cargo en la dirección del Grupo Parlamentario Socialista.

No habrá ruptura

Ante la crisis de relación que viven las dos formaciones, la dirección del PSOE ha descartado una ruptura con el PSC, tal y como habían sugerido algunos diputados, con Alfonso Guerra como pionero de la iniciativa, en la reunión del Grupo Parlamentario Socialista. El argumento de peso que dan es que para el PSOE sería muy difícil volver a gobernar en España durante mucho tiempo sin el voto catalán.

"Sin los votos socialistas de Andalucía y Cataluña, el PSOE no volvería a gobernar en una generación en España", aseguraba un miembro de la dirección socialista al ser preguntado por Europa Press si se habían planteado esta posibilidad, después de los desencuentros continuos con el partido hermano que dirige Pere Navarro, el último con la votación dividida de PSOE y PSC en el Congreso sobre la convocatoria de una consulta soberanista en Cataluña.

Sin embargo, esta visión no ha sido compartida por diputados como el andaluz José Martínez Olmos, quien ha abogado por dialogar "sin límites" con el PSC para llegar a un acuerdo porque, de lo contrario, "la ruptura será inevitable" y ésta sería negativa para los dos partidos, pero para el catalán conllevaría un "suicidio".

Otros miembros de la dirección federal han descartado la opción de la ruptura alegando que supondría dividir el voto socialista de Cataluña y han dejado claro que la vía es la de la negociación y la revisión de los acuerdos por los que se rigen las relaciones de ambos partidos. De hecho, y para no demorar la solución, estaba previsto que el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y Pere Navarro hablaran este miércoles para poner en marcha los cambios en el marco de relaciones.

Lo mismo opinan diputados pertenecientes al PSC, que ven prácticamente imposible la ruptura, ya que consideran que si no ha ocurrido en más de 30 años de relación con el PSOE, tampoco va a tener lugar ahora.

Estas fuentes han dejado claro que no les satisface la división puesta de manifiesto en el Congreso, si bien han recalcado que su voto fue "coherente" con el programa electoral de su partido. De hecho, han aprovechado para recordar que el PSC ya ha registrado en el Parlamento catalán la propuesta de resolución sobre la consulta de autodeterminación y que ha causado la división con el PSOE.

Modelos de estados diferentes

Buena parte de los dirigentes socialistas consultados no son partidarios de la ruptura con el PSC, pero sí admiten que la discrepancia es "de fondo" porque ambos partidos están planteando modelos de Estado muy diferentes. Por ello, y aunque creen que hay que intentar recomponer las relaciones, consideran que es muy difícil.

Además, algunas fuentes creen que uno de los problemas de más complicada solución es que se ha roto la confianza y ponen como ejemplo la decisión del primer secretario del PSC de pedir la abdicación del Rey pocos minutos antes de la intervención de Rubalcaba en el Debate sobre el estado de la Nación la semana pasada, sin ni siquiera haber hecho la más mínima consulta con la dirección federal.

Por ello, hay dirigentes socialistas que están convencidos de que aunque se pacten unas nuevas reglas del juego entre los dos partidos, la relación va a ser muy dificultosa en el futuro.

A pesar de este análisis, las fuentes consultadas, entre las que se incluyen algunos barones regionales, se han mostrado preocupados con la situación y están convencidos de que el problema no es sólo del PSOE, sino que lo es del conjunto de España porque la deriva que ha tomado el PSC y una ruptura, que ninguno quiere por el momento, puede dejar en minoría en Cataluña a los contrarios a la independencia.