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Comerciantes afectados por la DANA enfrentan pérdidas millonarias y clientes que no vuelven

Comerciantes afectados por la DANA enfrentan pérdidas millonarias y clientes que no vuelven
Pequeño comercio en Paiporta. Nick Ceballos
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PaiportaLos comerciantes siguen sufriendo las consecuencias de la DANA. Además de endeudarse para reabrir sus tiendas cuanto antes, muchos han tenido que reinventarse para atraer a una clientela que también ha cambiado su forma de consumir. Negocios con menos facturación, como la tienda de Verónica Tarazona, que podría perder una campaña y un pedido de 39.000 euros de cara a las Navidades, reflejan la gravedad de la situación.

“Estamos al 50% de lo que facturábamos hace dos años, especialmente por el cierre del puente. Muchísima gente de la otra parte tiene que hacer muchos pasos para venir aquí”, explica Verónica Tarazona, propietaria de un comercio en Paiporta.

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Pequeños comercios que han reabierto con todo el esfuerzo han visto desaparecer gran parte de su clientela. “Respecto a la DANA, un 40%, es fuerte. Hay mucha gente que ha perdido casas, coches, y se nota en su nivel económico”, añade Carla Sánchez, también propietaria de un negocio local.

Un vecino de la zona describe la situación: “Si te lo gastas en rehacer tu casa y volver a poner todo un poco en condiciones, ¿qué más gente queda para ir de ocio?”

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Caminando por Masanassa y Catarroja, se observan decenas de negocios cerrados. Entre los que siguen abiertos, muchos sufren pérdidas significativas. Carmen Albiñana, propietaria de una agencia de viajes, asegura que sus beneficios son ahora un 60% menores de lo que tenían antes de la DANA: un 40% de ventas respecto al 100% anterior.

La presión y la incertidumbre afectan tanto a los comerciantes como a sus familias. “No me salen las palabras… muchos cerrados e incertidumbre en los que luchan por salir adelante”, confiesa Carmen, visiblemente afectada mientras intenta sacar adelante a sus dos hijos.

La DANA no solo dejó pérdidas materiales, sino que también modificó hábitos de consumo y debilitó la economía local, obligando a los comerciantes a adaptarse o arriesgarse a desaparecer.