Pensiones

El peligro al que ningún político hace caso en España: ¿cómo pagar las pensiones?

Pedro Muñoz, Diego Navarro y José Pedreira son tres jubilados que han escrito el libro 'Por una reforma de las pensiones'. Noticias Cuatro
  • Desde el pasado viernes, las cotizaciones sociales son insuficientes para pagar pensiones y el dinero viene de impuestos que se restan a otras partidas

  • La situación en España empeorará debido a la falta de cotizantes

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Al igual que hay un día de liberación fiscal (cuando el dinero que cobras ya no va a pagar impuestos), el viernes 3 de octubre de este año ha sido en el que las pensiones no pueden pagarse por cotizaciones sino por impuestos y a costa del endeudamiento de los Presupuestos Generales.

Simplificando, por cada 4 euros que se abonan en pensiones, las cotizaciones de trabajadores y empresas solo aportan 3, de modo que el euro restante procede de transferencias del presupuesto financiadas con más deuda.

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La pirámide poblacional se invierte y agrava la situación

Pero eso cada vez irá a más porque la pirámide de población se invierte. Se jubila más gente de la que entra en el mercado de trabajo. Para hablar sobre lo que se nos viene encima nos citamos con tres expertos que además son jubilados.

Pedro Muñoz, Diego Navarro y José Pedreira son los autores del libro 'Por una reforma de las pensiones', de la editorial Deusto. Nos juntamos en una mesa de una terraza y empezamos una partida de mus que promete ser muy ilustrativa. Sobre todo, porque en España, hablar de pensiones sigue siendo un tema tabú para los políticos.

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Nadie quiere remover un tema que le haría perder millones de votos. "Tocar las pensiones quita votos", admite Muñoz: "Los demás países ya reformaron sus sistemas; nosotros llevamos 35 años sin hacerlo”. Pedro Muñoz lo resume con crudeza: "No hay mejor fondo de inversión. Si yo hubiera ingresado lo que cotizaba en la cuenta más rentable del mundo, ni de lejos recibiría lo que cobro ahora".

El problema no está solo en el gasto, sino en la demografía. España tiene la esperanza de vida más alta de la Unión Europea y una de las tasas de natalidad más bajas, solo superada por Malta. En gran parte, la crisis de vivienda agrava la caída de nacimientos. "Sin casa no hay familia. El relevo generacional pinta en rojo. En la próxima década se jubilarán más de 5 millones de personas, mientras que apenas 1,8 millones de jóvenes entrarán en el mercado laboral", según la Fundación Adecco.

"Es una injusticia entre generaciones. Porque una generación paga la pensión de otra, pero cuando toque a la siguiente, el dinero no alcanzará y lo sabemos con antelación", advierte Muñoz. "España es una anomalía. En otros países, cada trabajador tiene su propia hucha", añade.

¿Cómo solucionar el problema de las pensiones?

Las recetas son conocidas, pero ninguna cuaja: retrasar la edad de jubilación, aumentar la productividad, atraer inmigración o crear fondos de capitalización individuales. Sin embargo, la política se resiste. Ni siquiera los planes de pensiones obligatorios por sectores funcionan.

En España, solo el convenio de la construcción obliga a las empresas a aportar planes de pensiones. El del metal, con más de un millón de trabajadores, lo rechazó recientemente tanto patronal como sindicatos.

Los expertos miran con preocupación el precedente de Grecia. Cuando su sistema colapsó, el recorte fue brutal: la pensión media pasó de 1.300 a 800 euros. "Si no intervenimos a tiempo, aquí puede pasar lo mismo", avisa Pedreira.

Mientras tanto, la conversación pública de los políticos sigue atrapada en el cortoplacismo. "No le puedes decir a un pensionista que su hija no va a cobrar pensión", ironiza Pedreira. Pero, como concluye Muñoz, el dilema es claro: "O reformamos hoy, o mañana será una gran crisis la que de una vez nos reforme a nosotros".