Del laboratorio a la calle: así es el trabajo de los investigadores científicos

En Sevilla, la ciencia ha salido del laboratorio, para llenar las calles de probetas, microscopios y sobre todo de muchas, muchas ganas de aprender. Lo explica Martina Ferraguti, investigadora del CSIC: "Si el mensaje no se transmite a la gente de la calle, no tiene sentido estar ahí encerrado horas y horas ahí en el laboratorio". Con motivo de la noche europea de los investigadores, los más pequeños y no tan pequeños, han descubierto por ejemplo, el minúsculo mundo de bacterias que se esconde en objetos de uso cotidiano, como cuenta Cristina Abascal, de la Asociación Biotecnólogos Andalucía: "Un zapato, un baño, una mano... Para que la gente vea la presencia de las bacterias que no vemos en ese sitio". Aquí todos tenemos algo que aprender. "Cada 20 minutos, crece una colonia de bacterias en una cocina normal". Sembrar la semilla de la ciencia, ese el cometido de actividades como este banco, donde nos invitan a aprender cómo se recolectan y seleccionan las semillas para preservar la riqueza vegetal. ¿Y no se han preguntado alguna vez a qué animal ha picado ese molesto insecto que no deja de rondarle? Pues aquí hay respuestas para todo. En este caso, las da Josué Martínez, de la estación biológica de Doñana: "Con una pequeña gota de sangre contenida en el abdomen de esos mosquitos podemos comprobar a qué animal ha picado. Y así podemos saber cuál es la importancia de cada especie de mosquito en la transmisión de los patógenos". En total 80 actividades de divulgación con 400 profesionales al mando de un barco, que está más a flote que nunca, el de la ciencia.