Los bebés nacidos por cesárea tienen más probabilidades de ser obesos

Las cesáreas son necesarias si se piensa que el parto vaginal va a ser de riesgo. Se suele practicar cuando el bebé viene de nalgas, no está recibiendo suficiente oxígeno o si la madre podría tener una placenta baja. A estos motivos, se suma una nueva preocupación por los partos que requieren de cesárea.

La investigadora María Domínguez-Bellow, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, ha desarrollado la hipótesis citada. El estudio surge de la idea de que una cesárea impide que los bebés recojan bacterias de la vagina de su madre que típicamente se establecerían en el intestino de un recién nacido, y al hacerlo mejoraría su salud futura.

La conexión entre la obesidad y los tipos de bacterias que viven en las entrañas de alguien ha sido objeto de estudio anteriormente por la misma profesional. Si bien los datos recabados todavía se debaten en la revista Nature Medicine o en el diario Independent, entre otros medios de comunicación.

El obstetra Gino Pecoraro, por su parte, plantea otra hipótesis. "Las tasas más altas de obesidad entre los niños nacidos por cesárea pueden ser un reflejo de la salud de su madre", dice el doctor. Si las madres tienen obesidad, aumenta el riesgo de necesitar cesárea y que sus hijos la hereden.

El estudio de Dominguez-Bellow intenta descubrir si es el procedimiento en sí es lo que mantiene separados al bebé y las bacterias, o las grandes cantidades de antibióticos que se usan habitualmente durante la cirugía.

Dado que las pruebas en personas serían consideradas no éticas, se experimentó con ratones para observar los resultados. Sin embargo, la muestra utilizada en este estudio particular consistió en solo 13 mujeres embarazadas que produjeron un total de 69 crías.