Uber sigue intentado demostrar que su coche sin conductor no pudo hacer nada para evitar el primer atropello mortal de un vehículo de este tipo. Ocurrió el domingo en Arizona, en Estados Unidos. El vídeo del atropello muestra las circunstancias en las que se produjo y justamente plantea lo contrario: que no funcionaron los sensores y que el supervisor no estaba atento.