Ken Loach retrata la búsqueda de la dignidad y la "burocracia kafkiana" en 'Yo, Daniel Blake'

Paul Laverty, guionista de este filme y fiel colaborador de Loach, señaló durante una entrevista concedida a Europa Press en el marco del festival donostiarra que esta película retrata la búsqueda de la "dignidad" y la "burocracia kafkiana".

La cinta se centra en Daniel Blake (Dave Johns), un carpintero inglés de 59 años con problemas cardiacos que, por primera vez, se ve obligado a acudir a las ayudas sociales. Sin embargo, a pesar de que el médico le ha prohibido trabajar, la administración le obliga a buscar un empleo si no desea recibir una sanción. Blake y Katie (Hayley Squires), una madre soltera de dos niños a quien conoce en el centro de búsqueda de empleo, intentarán ayudarse mutuamente.

Laverty ha señalado que para el personaje principal podrían haber elegido "historias más extremas", como las de aquellas personas que terminan suicidándose o personas que se ven obligadas a buscar trabajo de manera "humillante", pero decidieron relatar una historia "más convencional".

En este sentido, ha indicado que Daniel Blake podría ser "cualquier persona", puesto que "no tiene dificultades, no sufre depresión y no es mentalmente vulnerable". "Lo imaginé como un carpintero creativo, con una vida compleja, y una personalidad muy orgulloso, como muchos hombres de su edad, que se sienten muy independientes, que siempre han cuidado a su familia y quienes les cuesta pedir ayuda", explica.

"CAMPAÑA BRUTAL CONTRA LOS MÁS VULNERABLES"

En cuanto al contexto de esta historia, Laverty ha lamentado que en los últimos años ha habido una campaña masiva de abuso contra las personas en las administraciones del estado bienestar, de manera que la mayoría de la población cree que el 25 por ciento del presupuesto del estado de bienestar ha sido "vaciado fraudulentamente". Además, lamenta que "la gente con alguna discapacidad sufre hasta seis veces más que cualquier otro sector".

Esta "campaña brutal contra la gente más vulnerable" fue uno de detonantes de esta historia, especialmente al comprobar que "el Gobierno que defendido por prensa está estigmatizando a la gente que no puede encontrar trabajo o que está enferma".

Lo que más les fascinó fueron los bancos de comida de todo el país, donde escuchó historias de personas que habían sido sancionadas por motivos como llegar tarde o por no buscar trabajo, al igual que le ocurre a la protagonista femenina del filme, víctima además de un desahucio.

"Ha cometido errores, tuvo hijos pronto, pero también quiere ir a la universidad, y cuando es sancionada su vida entera se cae. La crueldad es sistemática y tiene un propósito", ha criticado Laverty.