La imagen de la paz en Gaza: el éxodo de los gazatíes

Los gazatíes vuelven con fe a una Gaza convertida en escombros. Cuatro
  • Los gazatíes vuelven con júbilo a Gaza aunque saben que lo que encontrarán serán escombros y destrucción

  • La entrega de rehenes se espera con oraciones en la Plaza de los secuestrados, que puede ser en breve la de los liberados

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Los gazatíes vuelven a sus casas aunque hablar de casas a estas alturas de ofensiva es mucho decir. Israel forzó el traslado de la población al sur para combatir en el norte y destruir la Ciudad de Gaza. Hoy lo que conmueve es la imagen del éxodo de ida y vuelta. No ha sido puntual, durante todo el día el paso que conecta el sur con el norte se ha llenado de gente en el mismo sentido. En los dos años de ofensiva hemos visto esa imagen varias veces, pero en esos casos huyendo del norte.

Lo que hoy se ve son sonrisas y manos en alto en señal de victoria. Así regresan miles de palestinos a ciudad de Gaza, como el día más feliz de sus vidas. En carros, coches o simplemente a pie, con su vida a cuestas se dirigen al norte de la Franja tras el alto el fuego anunciado por Israel.

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Saben que lo que les espera al llegar es lo poco que queda de sus hogares. Casas en ruinas y una ciudad destrozada por los bombardeos israelíes. Como dice Frida, que no distingue su casa en medio de los escombros.

Aún así, vuelven con esperanza. "Aunque nuestras casas estén destruidas, iremos allí para encontrar un lugar donde vivir, aunque sea una tienda de campaña", señalan emocionados.

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Quieren rehacer sus vidas, volver a habitar esos hogares sin que otra guerra les sacuda. "No queremos guerras ni nada de esto. Somos un pueblo que busca la paz, nos encanta la paz. Ahora solo queremos volver a nuestros hogares", dicen unos, mientras que otros son menos optimistas. "No queda nada de nosotros, ya estoy viejo. Tendré suerte si presencio la reconstrucción".

Los gazatíes vuelven donde no hay vida y sólo queda destrucción y se aferran a la única esperanza que les queda: la entrada de camiones de ayuda humanitaria que según, Israel, llegaran diariamente.

A la vez, se ven tanques israelíes replegándose. Hoy la terrorífica nube de polvo que generan tiene el sentido contrario a la espera de que el acuerdo de paz sea cada vez más sólido y eso depende de que los tiempos se cumplan para que empiece a entrar la ayuda humanitaria.

El otro júbilo es para el pueblo israelí. La entrega de rehenes se espera con oraciones en la Plaza de los secuestrados, que puede ser en breve la de los liberados, donde sus familiares esperan con ansia que llegue el lunes, día en que se cumpliría el plazo de 72 horas que Hamás tiene para entregarlos.