El terrible caso de Janet, víctima de violencia sexual: “Me ataron a un árbol y me violaron durante tres días”

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En el hospital de Logo hay una unidad específica que atiende a las mujeres víctimas de violencia sexual, un problema muy común en el Congo. José Antonio se ha acercado a esta unidad para conocer el caso de Janet, una mujer víctima de agresión sexual.

“Fui a por leña, llegaron y me violaron”, ha relatado Janet al aventurero, fueron cuatro hombres, la ataron a un árbol con una cuerda, “y me violaron durante tres días”, ha contado. “Cuando terminaron conmigo, me fui donde las monjas. Allí me dijeron que tenía la matriz destrozada y ellas me la recolocaron”, le hicieron una revisión y le dijeron que tenía VIH. Pero cuando se fue a su casa y se lo contó a su marido, “no quería saber nada de mí. Se fue y no sé nada de él”. Esta es la cruda historia de Janet. “Este testimonio nos deja muy conmovidos”, cuenta José Antonio tras hablar con la joven.

Doctor Pascal: “La violencia sexual es un arma de guerra”

Hay miles de casos como el de Janet sobre todo en los campos de refugiados pero afortunadamente hay personas que las ayudan, como es el doctor Pascal. “La violencia sexual es un arma de guerra”, ha explicado el médico a José Antonio, “además con la guerra hay una pobreza generalizada. Se producen muchos chantajes sexuales, si tienes necesidad de cualquier cosa, comida… es necesario que tengas relaciones sexuales con X personas”, ha contado.

En el Congo cada hora 48 mujeres son violadas, por eso se la conoce como la capital mundial de las violaciones. El doctor Pascal le ha contado a José Antonio que hay dos organizaciones que ayudan a estas mujeres. Y han decidido visitarlas. En la Parroquia Nuestra Señora de África, se encargan de cuidar a las jóvenes víctimas de violencia sexual y de violencia de género. “hemos creado un taller de costura donde se les enseña oficios como patronaje y bordado”, explica Gilbert, responsable de esta parroquia. De esta manera pueden trabajar y ganar dinero, “coso para forjarme un futuro”, asegura una de ellas.

Al lado de esta parroquia, está la asociación ‘Femmes du soleil’ donde ayudan a mujeres víctimas de la violencia de género. Allí les recibe la directora, quien les cuenta que también les enseñan diferentes oficios “para que hagan algo por y para sí mismas”, cuenta.