La discusión entre Susana y Manu iba en aumento, y Ruth ha pedido a Susana que se mantuviera callada, pero ella no le ha hecho caso. Susana ha intentado volver a explicar que a ella lo único que le molestaba eran las bromas fuera de lugar, pero Ruth está harta de estar callada y ser siempre la mala de la película. Nadie se pone en su lugar y no entienden que la que se ha quedado sin el chico que le gusta, por lo que ha llegado el momento de no guardarse nada dentro y soltar todo lo que siente. La tronista estaba muy alterada y le ha dejado claro a Manu que le había sentado fatal que le dijera que la próxima vez no iba a ir a verla porque ella sí lo haría.